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El valor del territorio ilicitano

Descubren 300 especies nuevas de flora, fauna y hongos en Elche

El cuarto municipio con mayor riqueza en biodiversidad de la Comunidad escala posiciones en los indicadores de prospección

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Descubren 300 especies nuevas de flora, fauna y hongos en Elche

En solo una semana, un equipo de investigadores valencianos ha podido ampliar en Elche el catálogo de especies de flora, fauna y hongos en trescientas nuevas referencias. De 1.037 especies, a 1.338, haciendo así pasar al término municipal del puesto cien al diez en el «ranking» valenciano de prospección de la biodiversidad. ¿Qué no quedará por encontrarse si la mirada se mantiene más tiempo? El mapa de Elche está salpicado de puntos con atractivo natural, de notas que resulta importante conocer, reconocer y mantener. Algunos son evidentes y tienen todas las figuras de protección. Es el caso del Parque Natural de El Hondo, cuyo guía, Ismael Gallardo, describe como una caja de sorpresas a la que vienen a asomarse ornitólogos de todos los rincones de Europa con el deseo de encontrar una de esas especies raras de ver, que de vez en cuando aparecen en la ruta migratoria y se mezclan con 200 especies de aves que tienen aquí su residencia, su zona de cría o vienen en invierno.

Las que van de paso son algunas de las más extrañas, y el pasado invierno por ejemplo tuvieron el detalle de visitar Elche alguna avefría sociable, un elanio azul y algún chorlito carambolo. La interacción con el entorno agrícola y la sinergia con oros humedales cercanos hacen que El Hondo funciones como un entorno único.

Entre los puntos a no olvidar en Elche está también el Clot de Galvany, Paraje Natural Municipal que a modo de parque de atracciones reúne gran variedad de hábitats, desde el sistema dunar al humedal, de los antiguos cultivos al monte y a la playa. Por eso es el contexto perfecto para trabajos de campo de estudios universitarios y profesionales, que en apenas unas horas cambian de escenario y encuentran gran diversidad de plantas y animales. Juan Carlos Aranda, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Elche, expone que es probablemente esa particularidad la más destacable del Clot, que le convierte en una pequeña joya; una joya al fin y al cabo.

Aspiración de obtener la misma protección tiene el entorno del Pantano de Elche, que surge como una lámina de agua creada artificialmente y que reúne las condiciones para albergar especies de gran valor ecológico, sobre las que se encuentra trabajando la UMH junto con el Ayuntamiento y Aigües d'Elx. Pablo Perales, que está detrás de ese proyecto, expone que allí se reproducen aves en peligro de extinción como la malvasía cabeciblanca y que encuentran refugio el águila perdicera o el búho real, del cual se han contabilizado una docena de territorios. Masas de carrizal, zonas con terai y el monte alrededor contribuyen a la presencia de cerca de 300 plantas.

El río Vinalopó, pese a que su cauce se cementara y llegue a Elche en su tramo final -el más maltratado al final de la cadena- es, pese a la imagen que muchos tienen de él, un curso peculiar de aguas que cuenta en los dos extremos con bosque de ribera de agua salobre. En los últimos días y en el marco de la Semana de la Biodiversidad se ha dado cuenta, de hecho, de que hay fartet en sus aguas. Ni siquiera la ingerencia humana tenía que ser mala, puesto que tal y como destaca el presidente de la Junta Rectora del Parque Natural de El Hondo, la agricultura en microparcelas ha creado y mantiene en Elche un abanico notable de cultivos que han ido generando, de forma tradicional, variedades locales de plantas que se han adaptado mejor que otras al ambiente. También está en eso (en la diversidad de ambientes, de especies y genética) la clave de la cuestión. La granada mollar de Elche, reconocida este mismo año con la Denominación de Origen Protegida por la Unión Europea, es una muestra, pero hay otras variedades igualmente interesantes que componen la diversidad genética.

Imposible dejar de lado, en un recuento esquemático de los principales atractivos medioambientales de Elche, la joya de la corona del municipio, el Palmeral. En su concepción más acotada es Patrimonio de la Humanidad y en términos amplios es un conjunto de ejemplares únicos que, lejos de originarse de la plantación de hijuelos o de las plantaciones in vitro, tiene la peculiaridad de que cada palmera ha nacido de un hueso. Así, cada una es singular y la reproducción sexual garantiza que sea irrepetible. Otros palmerales al norte de África o en Oriente Medio, por su clima, se han reproducido de forma vegetativa, mientras que los huertos ilicitanos son por definición diversos y heterogéneos.

En términos generales, como expone el concejal de Medio Ambiente, Antonio García, Elche está en el cuarto lugar en términos de importancia de biodiversidad de la Comunidad Valenciana, y la apuesta por conocer mejor de qué se compone y el consiguiente compromiso por protegerlo tienen que hacerle ganar posiciones. No solo por protección, sino también como herramienta y recurso que puede traducirse en un atractivo. El turismo sostenible o el de avistamiento de aves son oportunidades que el municipio quiere y puede sondear. Atributos y cualidades no le faltan.

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