Geli Abadía se siente «como la madre de la Piquer» desde que su hija Ángela forma parte del grupo de teatro Rokurokubi de la Escuela de ARTES Cultura y Ocio, donde no deja de hacer tours como una auténtica artista de renombre. La joven, como sus compañeras de bolos, tiene una discapacidad intelectual pero demuestra que eso no es impedimento para disfrutar al 100% de una disciplina artística como la danza cada vez que menea las caderas con todo su desparpajo.

Ayer tenía una cita importante y su grupo escénico se había multiplicado gracias a la colaboración del colegio público Mariano Benlliure para un espectáculo con motivo del Día Internacional de la Danza. Todos los miembros de Rokurokubi junto a alrededor de medio millar de alumnos de este centro escolar ilicitano se congregaron por la mañana en una plaza situada entre las calles Pedro Juan Perpiñán y Fernanda Santamaría para realizar un flashmob, en la que se bailó al ritmo de la canción «Rather Be», del grupo británico Clean Bandit en colaboración con la cantante Jess Glynne. Los profesores y padres tampoco se cortaron y desplegaron, junto a los pequeños, sus mejores movimientos.

La leve cortina de lluvia no impidió que el show se realizara. María Ángeles Jaén, directora de la escuela ARTES, aseguró que la danza aporta cosas tan positivas como «autoconfianza, identidad, relajación, superación, ilusión...». Por su parte, la directora del Mariano Benlliure, Asunción Martínez, indicó que su colegio está siempre por la labor de participar en cualquier cosa que abogue por la integración y la igualdad.