Cerca de 200 nichos de reciente construcción estarán listos en los próximos días en el Cementerio Nuevo de Elche. Pimesa, la empresa municipal pública que tuvo la encomienda de gestión para acometer ésta y otras obras similares en el camposanto, está a punto de finalizar los trabajos para poder atender la gran demanda existente, según el Ayuntamiento. Aunque cada vez se registren más incineraciones, hay muchas familias ilicitanas que desean seguir teniendo un lugar concreto donde saben que reposan los restos de sus seres queridos.

La saturación en los dos camposantos principales de la ciudad ha sido tal en los últimos años que, de forma continúa, se han tenido que reservar partidas presupuestarias para levantar nuevos nichos.

Frecuentes han sido en los últimos años las discrepancias entre los familiares y algunas aseguradoras que prácticamente prometieron un nicho en primera o segunda altura -en función de la distancia al suelo se paga más o menos en la póliza- y al final solo había sitios en los que, para cambiar las flores, había que ayudarse de una escalera. Ahora se trata de solventar en parte estas situaciones con estas obras, pero también «con un trabajo de recuperación de las concesiones de nichos ya existentes para intentar dar salida a la gran demanda existente», señalaba ayer el edil de Cementerios Héctor Díez. El pasado año en Elche hubo 1.249 fallecimientos, según fuentes del Ayuntamiento de Elche.