El clima de tensión que se ha respirado en los últimos días en torno al Museo de Pusol puede complicar la creación de una fundación que apoye la Universidad Miguel Hernández (UMH), según fuentes cercanas a estas negociaciones. Fórmula con la que el Ayuntamiento de Elche pretende preservar el proyecto museístico de este centro etnológico, puesto que la asociación que actualmente lo gestiona despedirá el lunes a los cinco trabajadores que hasta ahora tenía en nómina y que se dedicaban a las labores de gestión. La razón, sencilla: falta de fondos.

Miembros del equipo de gobierno tripartito -entre ellos el alcalde, Carlos González, y la concejal de Cultura, Patricia Macià- se reunieron ayer con el rector de la UMH, Jesús Pastor, y otros responsables de la Universidad para trasladarles la pretensión de crear una fundación en la que estarían integrados tanto ellos como otros órganos supramunicipales que han colaborado con el museo: la Conselleria y la Diputación. Como ya explicó en su momento la edil socialista del área de Cultura, la función de la UMH sería aportar el material humano necesario -a través de investigadores de facultades y cátedras- para poder continuar con la labor museística que, hasta ahora, llevaban a cabo estos empleados que, si nada cambia, se despedirán hoy de su lugar de trabajo.

Macià se limitó a reseñar que lo de ayer fue solo una primera toma de contacto pero no quiso precisar nada sobre lo que habían hablado. Sin embargo, parece ser que uno de los argumentos que puso la Universidad encima de la mesa es que, además de que existe voluntad por implicarse, tienen la obligación moral de apoyar un proyecto como el que se desarrolla en Pusol. Lo que no quiere la institución universitaria, tras todo el revuelo que se ha generado, es que se la perciba como colonizadora del centro expositivo. Por lo tanto, según estas mismas fuentes, la introducción de la UMH quedaría sujeta a que la asociación que gestiona este espacio etnológico vea con buenos ojos su apoyo para sacar el museo adelante.

Cabe recordar que los trabajadores, comandados por el actual director y fundador del museo, Fernando García, solicitaron en rueda de prensa, el pasado martes, que se les tenga en cuenta si se crea cualquier tipo de fundación, ya que, por ahora, el modelo que ha defendido Patricia Macià les deja fuera. Por lo tanto, mostraron su desacuerdo con la opción de la Concejalía de Cultura y aseguraron que tratarían de recabar apoyos a través de la redes sociales y una recogida de firmas.

De hecho, Patricia Macià ha reseñado, en varias ocasiones, que, desde el Ayuntamiento, no pueden hacer frente al pago de cinco nóminas de gente que no han pasado un proceso selectivo de una Administración pública.

El Museo de Pusol recibe anualmente 40.000 euros por parte del Ayuntamiento, además de aportaciones de la Diputación y la Conselleria de Cultura de no más de 6.000 euros. Al parecer, el Palacio Provincial, este año, aumentaba su ayuda a 15.000 euros.

Objeto de contienda política

El excoordinador de Cultura y concejal del PP, Pablo Ruz, recriminó el pasado martes al Ayuntamiento «pasividad» ante la crisis que vive el Museo de Pusol. La concejal de Cultura, Patricia Macià, le dijo ayer, a través de un comunicado, que, si verdaderamente está interesado por el futuro de este centro expositivo, «le reclame a sus compañeros del PP en la Diputación que abonen la subvención de 1.500 euros que le adeudan». Desde el punto de vista de Macià, «las declaraciones de Ruz son irresponsables y entiendo que solo quiere ganar puntos dentro de la disputa interna en su partido».