El grupo de vendedores que «resiste» trabajando en el edificio del Mercado Central de Elche aseguraba ayer, tras asistir solo una parte de ellos a la reunión el jueves por la tarde con parte del equipo de gobierno y de la que salieron con tan mal sabor de boca, que no va a ser tan fácil desalojarlos de este inmueble.

Tras el «disgusto» que se llevaron en el transcurso de la reunión que tuvo lugar en el Ayuntamiento -en la que poco más o menos se les vino a indicar que al Ejecutivo se le están acabando las herramientas administrativas y legales para no cumplir con un contrato firmado con la concesionaria Aparcisa-, ayer, un poco más serenos, y tras conocer la postura del letrado que les asiste, remarcaban que «esto va para largo», dando a entender así que un posible desalojo no va a ser cuestión de semanas, ni va a ser sencillo, en principio.

Los minoristas que aguantan en el viejo edificio se aferran a que cuentan, muchos de ellos desde principios de la década de los 60, y que en algunos casos se ha transmitido de padres a hijos, con «contratos vitalicios», los cuales cuentan con una fuerza legal tal, a su juicio, que no son a priori fáciles de quebrar, ni tan siquiera por un ayuntamiento.

Distintos vendedores -muchos de ellos se mostraban ayer reacios a hacer declaraciones y preferían remitirse a su abogado- coinciden en que para desalojar el Mercado Central, algo que aseguran ya se intentó durante el anterior mandato del PP, el Ayuntamiento deberá notificarles justificadamente el motivo. Y, a partir de aquí, señalan, no será el Consistorio el que tenga poder de decisión, sino un juez, ya que tienen previsto que cualquier acción que se incoe para que los placeros dejen sus puestos de trabajo se pondrá en conocimiento de los tribunales.

En esta postura se van a mantener los minoristas, los cuales están apoyados por un conjunto de vendedores del entorno de la plaza de las Flores, que creen, en cualquier caso, que el futuro del Mercado Central no pasa por tirar abajo este edificio, excavar cuatro plantas de aparcamiento subterráneo y dar la concesión a una empresa de fuera, sino que pasa por apostar por la rehabilitación integral y darle una nueva filosofía al inmueble bien reformado.

Desde el Mercado Central también se reflexionaba ayer con la posibilidad de que, al final de todo esto, tanto ellos como los que decidieron irse con la concesionaria y se encuentran en el mercado provisional se queden en la calle. Para ello se lanzaba la preguntaba al aire de qué pasaría si encontraran restos arqueológicos de gran valor y hubiera que musealizar toda la planta baja. En ese caso no sería descabellado que la concesionaria tuviera que renunciar a continuar con el proyecto -sin indemnización-, los placeros del mercado provisional se quedarían en tierra de nadie -porque ya han perdido sus derechos para volver al Mercado Central- y los que aquí siguen no podrían volver, puesto que es imprescindible desalojar para poder acometer las catas, actuaciones éstas que la Dirección General de Patrimonio debe decidir si, en el caso de hallarse nuevos restos, deben protegerse o no.

Ante todo ello, los vendedores creen que esto no ha acabado aquí y que emplazarles a que abandonen el recinto de abastos no va ser cuestión de semanas.

Por su parte, el equipo de gobierno, en este caso a través de la portavoz de la junta de gobierno, Patricia Maciá, insistió en que el Ayuntamiento está a la espera de que la concesionaria entregue las últimas subsanaciones -la próxima semana seguramente- para, en función de eso, pronunciarse.

«Cuando tengamos ese proyecto y el informe de los técnicos, daremos cuenta a todas las partes implicadas», indicó Macià, quien aseguró que el Ejecutivo, «desde el primer momento, ha estado trabajando para que este problema se solucione y estamos trabajando con total transparencia».

Sobre el encuentro del jueves con los vendedores, la concejal señaló que se les informó de cómo estaba la situación después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana no haya visto problema en el Plan de Reforma Interior (PRI) del Mercado Central.