Unanimidad total y absoluta. Nada de posiciones enfrentadas entre patronales y sindicatos, y mucho menos nada de división entre las organizaciones empresariales. Todos y cada uno coincidían ayer en que la posible expansión de Tempe en Elche y la implantación de un macrocentro que permitiría localizar en el polígono de Torrellano la mayor distribuidora de calzado mundial se puede convertir en un proyecto que, al final, no sólo tendrá efectos en el calzado y en la industria auxiliar, sino en todas las actividades, y que no agotará su influencia en Elche, sino que se extenderá a la provincia y a la Comunidad. Ahora bien, no fue el único punto de encuentro. Estas negociaciones sirvieron para poner sobre la mesa alguna demanda. De entrada, incidieron en que las administraciones deben agilizar estos procesos para tratar de captar empresas e industria para la zona. Ya no sólo se deben mover para no dejar que Tempe salga de Elche -novios, desde luego, no le faltan-, sino que se debe hacer también con todas las empresas, al margen del tamaño. De lo que se trata, defienden, no sólo es de evitar que los proyectos se demoren, sino también de impedir que las inversiones se acaben marchando fuera por los retrasos burocráticos.

Eso sí, todos coinciden en que el hecho de que, en un momento dado, se puedan acortar los tiempos, no significa que se impulsen actuaciones contrarias a la ley. Todo se debe hacer desde el respeto a la legislación vigente y, además, como apostillan desde CC OO y UGT, tratando de garantizar por todos los medios la creación de puestos de empleo, y, sobre todo, de calidad y estables.

Desde la Cámara de Comercio de Alicante y desde las patronales provinciales Coepa y Cepyme, en esta línea, ponen el acento en que, proyectos de este tipo, al final, tienen trascendencia más allá de las localidades en las que asientan. Tempe no sólo tirará de la economía local en Elche, sino también de la de la provincia y de la de la Comunidad. Es un proyecto serio y de entidad, que, de una manera o de otra, acabará relanzando a otras compañías cercanas. Sólo un lamento, aunque menor: el centro de operaciones está en Elche, el 50% de la sociedad está en manos del ilicitano Vicente García, y el macrocentro se ha proyectado en Torrellano, pero el domicilio social está en Arteixo, en Galicia. Y una convicción: es Vicente García, como empresario familiar, apostillaba alguien, el que más fuerza está haciendo para lograr este proyecto para su pueblo.

La satisfacción aún es mayor si cabe entre las patronales zapateras FICE y Avecal; la asociación de componentes para el calzado AEC; y la Entidad Urbanística de Conservación de Elche Parque Empresarial. De confirmarse la operación, sus empresas serán las más beneficiadas. Tempe distribuye y comercializa el calzado, pero, a más ventas, más zapatos se pueden acabar fabricando en Elche, o eso es lo que esperan.