Los ilicitanos vieron perjudicado ayer el segundo «Lunes de Mona» ante la bajada de temperaturas y el cambio del tiempo, con respecto a la semana pasada. Y es que, aunque al mediodía el mercurio llegó a alcanzar los 18 grados, las nubes permanecieron presentes durante toda la jornada. Este hecho se vio reflejado sobre todo en las playas de Elche, donde se percibió una menor afluencia con respecto al pasado Lunes de Pascua. De esta forma, tan solo los más valientes se atrevieron a llevarse la comida y la tradicional «mona» con chocolate a la playa.

Por su parte, fueron muchos más ilicitanos los que optaron acudir a espacios como El Pantano o al Clot del Galvany, donde podían sentirse más protegidos. De esta forma, tanto unos como otros, durante la mañana, pudieron disfrutar de este peculiar picnic repleto de otros productos típicos aparte de las «monas» como son las cocas saladas o rellenas, las habas, las tortillas o los tupper con comida casera.

Sin embargo, la jornada tuvo que ser rápida, ya que a mitad de tarde el mal tiempo y la lluvia obligó a ponerse a refugio, tanto a las personas que habían ido a pasar el día a las playas, como a los que estaban en El Pantano, y tuvieron que finalizar el lunes de «mona» o tomarse la tradicional fogaseta en algún espacio cerrado.

Asimismo, el hecho de que en otros muchos municipios no fuera festivo, también frenó los planes de múltiples familias que no tuvieron otra elección que volver al trabajo tras las vacaciones de Semana Santa.