La persecución policial a toda velocidad por los barrios de San Antón y Palmerales que iniciaron un grupo de menores de edad en una furgoneta robada el lunes por la tarde generó múltiples situaciones de peligro que se salvaron gracias a la pericia de otros conductores que circulaban por la zona y a la intervención de la Policía Local, que desplegó a prácticamente toda sus patrullas para conseguir finalmente detenerles. Hasta cuatro coches y un autobús urbano se vieron obligados a esquivarles, subirse a aceras o detenerse para evitar colisionar con la furgoneta en la que iban los menores, una Nissan Vanette que, según se pudo comprobar después, era propiedad de una empresa y había sido robada en Altabix, donde estaba aparcada. Otro coche sí chocó con ellos, colisionando de tal manera que una puerta corredera de la furgoneta se desprendió y salió despedida, cayendo en mitad de la vía.

Desde que fueron descubiertos haciendo trompos y derrapes en la zona del Estado Martínez Valero, los jóvenes intentaron darse a la fuga y causaron una auténtica persecución policial con varias patrullas de Policía Local intentando cercarles, coordinándose mediante la emisora de radio siguiendo su itinerario, hasta que lograron cortarles el paso entre las calles Palombar y Marchena.

Pero los ocupantes de la furgoneta, lejos de dar por acabada su hazaña, aún decidieron ponerle un final de lo más arriesgado y saltaron en marcha del vehículo, dejándolo circular a la deriva hasta que chocó con una acera y quedó detenido cortando por completo un carril (por el que, además, circulaban coches que se incorporaban hacia el centro urbano desde la Circunvalación Sur)

Después comenzaron a correr cada uno en una dirección, hasta que los agentes de la Policía Local que participaron en la persecución lograron dar con cuatro de ellos, retenerles para identificarles, y comprobar que no tenían ni de cerca edad suficiente para conducir. No ha quedado claro por el momento si pudo haber más jóvenes implicados. Tres de ellos, incluido el que iba al volante, tienen 15 años y fueron detenidos por el presunto robo de la furgoneta y por delitos contra la seguridad vial. El cuarto de los implicados, de solo 13 años (y por tanto inimputable) fue entregado a sus padres después de que los policías le alcanzaran corriendo por la calle Aldana y tras comprobar que ni siquiera tiene expedido DNI a su nombre.

Maniobras temerarias

La persecución policial se inició sobre las 17 horas del lunes, cuando una patrulla dio el alto a la furgoneta al ver que estaba haciendo maniobras temerarias en la zona del estadio de fútbol. El conductor reaccionó iniciando una maniobra marcha atrás a gran velocidad que se conoce como«vuelta del contrabandista» y desde ese momento comenzó a huir por la calle José Esquitino Sempere, en dirección a Altabix, cruzando carriles y llevándose por delante una baliza de ordenación del tráfico.

No contentos con eso, los jóvenes enfilaron la calle Ciutat de Figueres (en la zona de la Circunvalación Sur) en dirección a San Antón y Palmerales, donde fueron callejeando sin dudar en tomar direcciones contrarias, trompeando, derrapando y a gran velocidad. En su recorrido pasaron por las calles Joan Fuster, Frasquita Vázquez, Pintor Sixto Marco, Francesca Cantó, Circunvalación Sur, avenida de Santa Pola, Obispo Palombar... En todo este transcurso se cruzaron con un autobús urbano, que tuvo que detenerse de forma brusca para evitar una colisión en una rotonda. Otros cuatro coches consiguieron esquivarles, mientras que uno chocó en la calle Obispo Cubero.

Fue poco después cuando saltaron del vehículo e intentaron escapar corriendo. El conductor, precisamente, intentó esconderse debajo de un coche, donde fue encontrado y detenido. Los agentes les llevaron a un centro de salud por las posibles lesiones que hubieran podido sufrir en una «travesura» que nada tenía de infantil.