La Universidad Miguel Hernández va a retomar su ansiado proyecto de que, de una vez por todas, para trasladarse en vehículo de un extremo a otro del campus de Elche, no sea necesario salir del mismo, algo que viene siendo prácticamente imposible desde su creación.

La UMH tiene previsto poner remedio a este problema, una cuestión muy demandada históricamente por estudiantes, profesores, investigadores y personal de administración y servicios, muchos de los cuales se han visto obligados a utilizar las avenidas de la Universidad, de la Unesco y del Bimil·lenari, así como el camino del Pantano para poder llegar a una determinada instalación universitaria.

La cuestión ya se puso sobre la mesa en 2006, se intentó que se hiciera realidad, al menos en parte, de cara a 2010 y también se anunció que estaría culminado ese posible anillo de circulación interna para 2014, pero por distintas causas, tanto urbanísticas como económicas, nunca se ha podido hacer realidad.

El Rectorado, no obstante, lo va a volver a intentar. En este caso espera que para 2018 este problema esté resuelto. Para ello, en su planificación plurianual de inversiones, ha anotado que confía en poder destinar algo más de cuatro millones de euros.

Las obras deberían comenzar en 2017, con un presupuesto inicial de dos millones de euros, y concluir al año siguiente, con otra partida de 2.075.000 euros.

El equipo de gobierno quiere facilitar la «calidad de vida» de la comunidad universitaria y de sus visitantes, y, entre otros muchos servicios, espera poder dotar al campus de Elche de este vial interno de circulación.

En 2013, fuentes del equipo de gobierno de la UMH ya avanzaban su intención de que este vial interno presente dos sentidos de circulación, aunque en algunos puntos esto no podrá ser así. De igual modo, probablemente el edificio del Rectorado, por ejemplo, quedará en el exterior de ese anillo de circulación, como también puede ocurrir con el Instituto Misteri d'Elx y con la Escuela de Idiomas, aunque no por ello quedarían aislados.

Asimismo, no se descarta que se potencien notablemente los carriles-bici, para profundizar así en la mejora de las conexiones internas del campus.

En el año 2006, el Rectorado estudió la posibilidad de poner en marcha este anillo de circulación, similar al que ya existe en el campus de la Universidad de Alicante en San Vicente del Raspeig. Entonces se indicó que contaría con una longitud de 3.375 metros en total y una docena de rotondas.

Esta actuación también tiene que ver con que la Universidad Miguel Hernández tiene previsto continuar con la urbanización del campus ilicitano como mínimo hasta el año 2018.

En el presente ejercicio 2016 la UMH tiene previsto destinar 152.302 euros para seguir con la urbanización, dinero que se incrementará en 2017, según la planificación plurianual de inversiones, con una partida de 3,8 millones de euros. Pero la cosa no queda ahí, ya que la estimación de los responsables de la institución académica es disponer de otra consignación adicional para 2018 por importe de 3.575.000 euros.

Las inversiones de la UMH este año ascienden a casi siete millones de euros y representan el 7,1% del total del presupuesto de 2016, que asciende a 97.474.171 euros.

«Los destinos principales están relacionados con aquellas infraestructuras y equipos necesarios para mejorar y ampliar las dotaciones en los campus. Entre otras, destacan actuaciones como la urbanización y ajardinamiento; nuevos edificios departamentales y de servicios; instalaciones deportivas, así como la rehabilitación y reforma de edificios e instalaciones ya existentes en los diversos campus», indican desde la UMH.