El salón internacional de automóviles, motocicletas y recambio antiguo y clásico Antic Auto se abrió ayer en la Institución Ferial Alicantina (IFA) con una notable afluencia de público. El evento, que fue inaugurado por el director de zona de Applus Iteuve, Alejandro Pastor López, puede visitarse hasta hoy domingo.

El certamen supone todo un atractivo para aficionados a los vehículos clásicos y cuenta con alrededor de sesenta expositores en los que se puede encontrar todo tipo de productos relacionados con este tipo de automóviles y motocicletas, además de reunir más de 200 vehículos clásicos, algunos destinados a venta y otros simplemente para exposición que, como es habitual, despertaron la curiosidad de los visitantes.

La décimo tercera edición de Antic Auto se ha abierto más que nunca al público internacional, ya que los organizadores del certamen han potenciado la asistencia de los de residentes extranjeros de la provincia promocionando la feria en otros idiomas, con lo que ayer era notoria la presencia de público de otras nacionalidades.

En este sentido, el presidente de Antic Auto, Juan Zaragoza Mas, indicó que de cara al próximo año impulsarán esto aún más intentando que estén presentes clubes extranjeros. No obstante, en esta edición ya participan dos restauradores llegados desde Holanda, indicó el responsable.

Otra de las novedades de este año es la exposición de coches clásicos de los propios aficionados que tiene lugar en el exterior del pabellón. Allí, los interesados pueden exhibir sus vehículos e intercambiar consejos y procedimientos.

Así, el valor de estos coches es a veces incalculable por la cantidad de horas de trabajo y dedicación que invierten sus propietarios o los talleres especializados y que ya no solo se centran en el valor del vehículo en sí, sino en el tiempo dedicado en la búsqueda de las piezas más idóneas, como recordó uno de los expositores.

El vehículo más espectacular y que ha logrado hacerse este año con el primer premio (al mejor coche) otorgado por la organización es un Rolls-Royce Silver Cloud III del año 1966. Se trata de un coche que se ha montado pieza a pieza en un taller de la provincia y según indicó Zaragoza «pueden existir únicamente 12 en todo el mundo».

El segundo premio ha recaído en un Talbot de competición de los años 20; y el tercer premio fue para un Peugeot Cuadrilet de 1912.

Además de éstos, muchos otros coches despertaban ayer la admiración de los visitantes, que no dudaban en hacerse fotos con ellos. Así, entre los que tenían más éxito entre el público estaban las réplicas de conocidos vehículos de películas, como la conocida camioneta de «El Equipo A».

De hecho desde uno de los talleres que se dedican a la restauración señalaban que la customización de coches a imagen de vehículos «famosos» por su aparición en determinadas películas clásicas es muy habitual.

La feria supone un completo escaparate que reúne en 4.000 metros cuadrados todo tipo de productos para los amantes de los vehículos clásicos, lo que incluye tanto coches y motocicletas como repuestos, para que los aficionados puedan completar o mejorar sus proyectos. Así, entre los sesenta expositores, hay estands de recambios de todo tipo, desde piezas de motor matrículas pasando por marcas y escudos. También se pueden encontrar accesorios y prendas de vestir relacionados con el mundo del motor, como camisetas y llaveros, e incluso elementos decorativos «vintage», como reproducciones de carteles publicitarios de las marcas más conocidas de este sector.