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Entrevista

Javier Baeza: «Tenemos el deber de crear un tejido cultural»

«Nuestro papel no es solo el de pagar cachés», puntualiza el nuevo responsable de Cultura

Javier Baeza inicia hoy su andadura como coordinador de Cultura, cargo desde el que promete «revolucionar» la escena. antonio amorós

Javier Baeza recogía ayer sus trastos de la agencia de publicidad ilicitana donde hasta ayer trabajaba y en la que ha tenido que pedir una excedencia para iniciar hoy su andadura como coordinador de Cultura en el Ayuntamiento de Elche. Como creativo de profesión y de espíritu, su mente no ha dejado de darle vueltas a la manera en la que planteará una gestión que le puso encima de la mesa el alcalde hace dos meses. Como rockero, lo primero que necesita es una buena banda que le apoye en el escenario. Es decir, un equipo que le ayude a gestionar un panorama cultural que considera que, en esta ciudad, está patas arriba.

¿Tan desangelada piensa que está la cosa?

Sin duda, hay mucho trabajo que hacer. Elche es una ciudad con bastante cultura y potencial. Un lugar con unos espacios increíbles y una completísima red de museos. Yo creo que la función del área de Cultura no es solo pagar cachés de artistas para que vengan y te monten un espectáculo o una exposición. Nuestra responsabilidad también es la de generar industria cultural, un tejido.

¿A qué se refiere exactamente cuando habla de «industria»?

Elche dispone de un montón de personas haciendo proyectos audiovisuales, musicales, teatrales, de danza, de diseño... Sobre todo, desde el punto de vista de la vanguardia y la cultura alternativa, que es algo que se ha quedado bastante olvidado en este municipio y no se atiende como se merece. La gente no es consciente de los frutos que se recogerían si se dispusiera de un buen tejido cultural, incluso desde el punto de vista de la creación de empleo. Tenemos espacios como L'Escorxador en el que se puede potenciar que colectivos, de diferentes disciplinas artísticas, desarrollen sus propias producciones y las exportemos fuera y, poco a poco, pongamos el nombre de Elche en el mapa.

L'Escorxador, en sus primeros años, fue una auténtica revolución a nivel cultural en la provincia. ¿Por qué ya no suena tanto? ¿Cree que el PP lo dejó un poco olvidado?

No sé si fue tanto por culpa del PP como por los recortes durante la crisis económica. No obstante, cuidar estos contenedores es más una cuestión de voluntad política y no sólo de dinero. Por eso también creo que hubo cierta dejadez por parte del anterior equipo de gobierno. Mi objetivo no es solo recuperar el nombre que tuvo, sino potenciarlo muchísimo más.

Aparte de la que impulsa el Ayuntamiento, en Elche existe una cultura promovida por personas anónimas...

En esta ciudad hay mucha gente que se está partiendo el pecho a nivel individual. Por ejemplo, el antiguo propietario de la sala Subway está programando conciertos de calidad en diferentes locales y colocando a Elche dentro de los circuitos de música independiente a nivel nacional. Eso no solo crea más agenda sino que genera escena. También hay salas de arte que se lo están currando para traer exposiciones interesantes. A esa gente hay que apoyarla, y no solo con dinero, sino con promoción y sinergias.

¿Y cuál es la fórmula?

Pues, por ejemplo, quiero recuperar el consejo local de cultura que tenía Elche hace años, en el que estén representados diferentes gremios artísticos del municipio: músicos, actores, escritores, artistas plásticos... Aunque sea meramente consultivo, tener un foro en el que encontrarnos todos e intercambiar ideas siempre puede derivar en iniciativas que beneficien al conjunto. Aquí tienen que decidir los verdaderos protagonistas.

Y cómo músico... ¿Seguro que su experiencia en grupos de rock le ha dado alguna idea?

Pues sí y, de hecho, es uno de mis principales objetivos. Pretendo que, al igual que se hace en ciudades como Barcelona, Elche disponga de una normativa que ampare a todos los pequeños establecimientos que programan actos culturales en su interior. Está claro que hay que conciliar con el descanso, por lo hay que poner normas. Pero que quede todo bien claro, ya que hay vacíos legales que dejan indefensos a pequeños promotores y, en ocasiones, una llamada a la Policía de alguien de la competencia puede fastidiarte hasta un espectáculo de cuentacuentos. A eso no hay derecho.

Hablando de negocios privados. ¿Qué piensa de contar con empresas que subvencionen eventos?

Para mí es fundamental. Sobre todo en una ciudad como Elche donde hay firmas que apuestan por una cultura de vanguardia, dado que se quieren dirigir a ese tipo de público. De hecho, algunas ya tienen sus propios espacios culturales y programan.

Y a la Universidad Miguel Hernández (UMH), ¿piensa sacarle partido?

En la UMH tenemos facultades como Comunicación Audivisual o Bellas Artes, que seguro que son un hervidero de nuevos creadores. Aunque la de Bellas Artes se encuentre en Altea, se podrían realizar colaboraciones para dotar de contenido al Museo de Arte Contemporáneo de Elche, que al paso que va parece más de Paleontología.

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