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También pondrá códigos QR

El tripartito refuerza los controles sobre las terrazas con marcas en el suelo

Algunos propietarios critican la delimitación - Las patronales muestran opiniones encontradas

Una trabajadora de un establecimiento acopla sus mesas y sillas al espacio delimitado con marcas en el suelo Antonio Amorós

El equipo de gobierno tripartito de Elche ha puesto en marcha un plan estratégico para incrementar el control sobre las terrazas ubicadas en la vía pública de la ciudad. Una hoja de ruta que persigue mejorar la ordenanza que lo regula -la de Actividades Económicas-, y que implementa medidas como pintar marcas en el suelo que delimiten el espacio que pueden utilizar en el exterior los hosteleros o la instalación de códigos QR en las fachadas de cada local. Este sistema de lectura digital permitirá a los agentes de la Policía Local y técnicos municipales conocer cuántas mesas y sillas tiene autorizadas cada establecimiento con seis tablets que les facilitará el Consistorio.

Sin embargo, este paquete de iniciativas bienintencionadas no parece ser del gusto de todos los empresarios, a pesar de que sus impulsores -los ediles Carlos Sánchez (Aperturas y Vía Pública) y Mireia Mollà (Turismo)- aseguran que se han consensuado con asociaciones de bares, restaurantes y locales de ocio nocturno, así como vecinales. La que ha suscitado cierta polémica es la de delimitar con marcas qué espacio de vía pública puede ocupar cada establecimientos para la terraza. De momento, han pintado estas señales en dos establecimientos situados en la Plaza de España, y el propietario de uno de ellos se mostraba ayer bastante crítico con la actuación.

«Es imposible que en la zona que me han dejado quepan las siete mesas que tengo autorizadas. Esto lo ha hecho alguien que no tiene ni idea de cómo funciona un bar», manifestaba el hostelero que, de hecho, ayer al mediodía, tenía algunas de sus mesas fuera del perímetro fijado por el Consistorio. Asimismo, desde la Asociación Empresarial de Restauración y Afines de Elche (Aserae) también cuestionan la fórmula de las marcas en el suelo. Su secretario, Julio Jiménez, indicó que, «por un lado, está bien para que los agentes controlen mejor el número de mesas, pero, por otro, pueden inducir a que, si un cliente te mueve una silla y se sale del área marcada, te pongan una multa, lo cual lo vemos un poco injusto. Como punto de partida creemos que son positivas estas actuaciones, pero hay muchos aspectos que todavía se deben limar».

El socialista Carlos Sánchez incidió en que van a dejar un tiempo de adaptación a los locales a estas nuevas reglas del juego y, de momento, no van a ser demasiado severos. Una vez que pase ese periodo de margen, tienen la intención de que se cumpla la normativa en las más de 300 terrazas que calculan que hay en Elche, tanto en lo que se refiere al número de mesas y sillas dispuestas como en que se respeten las distancias con las fincas. «Sabemos que hay terrazas debajo de balcones, que no cumplen demasiado con la normativa», añadió.

«Una ciudad responsable»

El objetivo, según subrayaron tanto Carlos Sánchez como Mireia Mollà, es hacer de Elche una ciudad responsable, en la que mejore la convivencia entre propietarios y los vecinos. En una primera fase, que pretenden que no se demore más de dos meses, quieren actuar en las calles Hospital, Porta de la Morera, Carrer Empedrat, Glorieta, Algeps y plaza de Castilla.

Resaltaron, además, que no todas las medidas son coercitivas, sino que muchas de ellas favorecen directamente a los empresarios. Por ejemplo, a petición de los propios hosteleros, van a permitir que las licencias de las terrazas se puedan solicitar por meses y no de manera anual o temporal. «Hay muchos locales que solo sacan rendimiento a su exterior en determinados momentos del año», aclaró Sánchez.

Por otro lado, la líder de Compromís y concejal de Turismo, Mireia Mollà, destacó que van a premiar a aquellos establecimientos que acaten lo que establece la ley. Desde Visitelche han creado el distintivo «C de Convivencia», que se irá entregando a los establecimientos que favorezcan la buena relación con los vecinos. Se pueden acumular hasta cinco y los negocios que las vayan consiguiendo dispondrán de una mayor promoción a través de canales municipales. Para los que cumplan también tienen previsto ofrecerles beneficios fiscales, como rebajas en las tasas en épocas de menor afluencia de clientela.

Juan Carlos Altet, impulsor de Hostelx, la otra agrupación de hosteleros con la que se han reunido, mostró una opinión mucha más positiva con respecto a esta nueva estrategia. «Hay negocios que se están saltando las leyes a la torera y ponen mesas y sillas donde no deben. Es bueno que todos cumplamos la ordenanza. Para poder funcionar, lo primero que tenemos que hacer es dejar vivir a los demás», dijo.

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