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El número de terrazas en Elche empieza a estabilizarse tras despuntar un 30% en tres años

El municipio dispone de unos 300 espacios autorizados para sillas, mesas y veladores en la vía pública

El número de terrazas en Elche empieza a estabilizarse tras despuntar un 30% en tres años

Las excelentes condiciones meteorológicas, una relativa mejora de la situación económica tanto de empresarios como de ciudadanos y la aceptación generalizada de que consumir y fumar solo se puede hacer en la calle parecen ser las principales razones del éxito en cuanto la proliferación de sillas y mesas en la vía pública. Y Elche no es una excepción. Es más, año tras año se van superando las estadísticas en este sentido.

El número de terrazas y veladores en el municipio de Elche ha crecido un 30% en los últimos tres años, según datos de la Concejalía de Aperturas.

A principios de 2013, el casco urbano y sus pedanías contaban con 228 establecimientos con terrazas y veladores frente a sus fachadas. Esta cifra ha llegado a incrementarse hasta las 298 a finales de 2015.

Como no podía ser de otro modo, el segundo y tercer trimestre del año son los preferidos por los empresarios para pedir permiso al Ayuntamiento a fin de sacar sillas, mesas, veladores y, así, tratar de captar más clientes.

La llegada del buen tiempo en abril dispara las solicitudes al Ayuntamiento para poder ofrecer este servicio suplementario. En el segundo trimestre de 2013, por ejemplo, se concedieron 33 permisos más. En el mismo periodo de 2014, se recibieron 39 más. Y en 2015, la cifra llegó hasta las 46 añadidas a todas las ya existentes.

El año 2013 concluyó con un 12,7% más de terrazas y veladores en Elche; 2014, con un incremento de un 15,6%; y el cierre de este ejercicio 2015 se ha cerrado con un 7,5% de aumento.

Contención

El concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, cree que está próximo que estas cifras se estabilicen y no vayan a mucho más.

En este sentido, el edil responsable está interesado en que haya un buen equilibrio entre la presencia de terrazas en la calle, pero sin inundarlo todo, y un «ocio responsable», de manera que se combine sin que se generen problemas la posibilidad de cenar o tomar un copa en la calle y el descanso de los vecinos de la zona.

Sánchez cree que los negocios de ocio van a seguir creciendo, pero que en el caso de las terrazas, a tenor de los últimos datos, «es como si se autorregulara y supongo que llegará un momento en que se estabilizará, porque de lo que no se trata es de saturar la vía pública»

La Glorieta, la Plaça dels Algeps o la plaza Castilla son algunos de los muchos lugares del casco urbano donde se acumulan un número destacado de terrazas, plazas grandes en definitiva donde hay espacio para sillas y mesas, para que los niños jueguen y también para el tránsito de personas.

En este sentido, la edil de Movilidad Urbana, Esther Díez, ha sido la primera responsable política en decir en voz alta que le preocupa en cierta medida que la proliferación de tanta terraza entorpezca el paso de personas, pero sobre todo de personas mayores, con limitaciones físicas, en sillas de ruedas o simplemente carritos para menores.

En este sentido, en la mesa de movilidad de finales de enero el equipo de gobierno trasladó la idea de que aspira a facilitar el paso de los ciudadanos por las distintas calles. En este sentido, quiere estar muy vigilante con las mesas, sillas, terrazas o toldos, entre otros elementos, que los negocios de restauración han sacado a la vía pública.

Incluso hay intención de convocar próximamente un foro de debate sobre la actividad comercial y la movilidad urbana «con el objetivo de recuperar el espacio para el peatón», según dijo Esther Díez.

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