La pérdida de habitantes paulatina que el municipio de Elche viene registrando desde 2010 comienza ahora a notarse también en las pedanías, cuya población empezó a descender hace dos años aunque de una forma más notoria que las cifras porcentuales que registra el casco urbano, según los datos oficiales del Ayuntamiento.
Así, las pedanías ilicitanas han perdido población en el último año siguiendo la tendencia que marca el propio municipio, que a su vez registra comportamientos poblacionales similares a los existentes a nivel provincial, autonómico y nacionales en cuanto a una bajada gradual de habitantes provocada principalmente por el retorno de emigrantes a sus países de origen y la marcha también de ciudadanos autóctonos a otros lugares por motivos de la crisis económica.
La principal diferencia es que este proceso en el casco urbano se comenzó a apreciar en 2010 y en las partidas ilicitanas no llega hasta 2014. Además, porcentualmente, los datos del año pasado revelan que el descenso afecta en mayor medida a estas zonas que al centro.
A nivel global, el término municipal de Elche, que registra actualmente 227.312 residentes, según el padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística, ha perdido 1.335 vecinos en el último año. Según las cifras oficiales, este descenso, aunque moderado, se ha dejado sentir más en el conjunto de partidas ilicitanas, cuyos habitantes han bajado un 1,7% con respecto al año anterior frente al casco urbano, donde esta bajada se ha notado sólo en un 0,3%.
Actualmente, hay 40.177 personas residentes en las pedanías, frente a los 187.135 que residen en el casco urbano, lo que supone un 17,8% de la población total de Elche.
La concejal responsable del área, Esther Díez, explica que la tendencia de Elche es similar a la que se sigue a nivel autonómico y estatal. Asimismo, núcleo urbano y pedanías también van de la mano, apuntó la edil.
Las pedanías ilicitanas iniciaron su crecimiento poblacional de forma más notoria a partir de 2001 y desde entonces han ido creciendo poco a poco hasta 2014, cuando se frena y se inicia el descenso.
Díez recuerda que durante algunos años el precio más asequible de la vivienda en las pedanías también contribuyó a que muchos ilicitanos optaran por trasladarse y fijar su lugar de residencia en alguna de ellas.
Crecimiento anterior
Por otro lado, si se tiene en cuenta un periodo más amplio, en la última década las partidas ilicitanas han aumentado su población en un 13,2%, lo que supone sumar 4.680 habitantes.
Destaca sobre todo el crecimiento poblacional de los Arenales del Sol, que se consolida como la pedanía con más crecimiento en términos relativos de los últimos diez años. De hecho, sus residentes han aumentado un 43% con respecto a 2006 y ha pasado de los 1.224 vecinos a los 1.752.
Esther Díez, explica esta tendencia por el hecho de que «se trata de una zona de playa con bastantes construcciones de los últimos años» por lo que ha supuesto un polo de atracción importante para numerosas personas, ya sea ilicitanos como llegados de fuera.
A los Arenales le sigue Las Bayas, que ha crecido casi un 39% en el mismo tiempo, pasando de 2.021 a 2.803 personas. A continuación, en la lista de pedanías que más crecen porcentualmente se sitúa El Altet, la segunda pedanía en número de habitantes en términos absolutos. Este núcleo ha crecido más de un 24% en una década y actualmente cuenta con 5.323 vecinos, frente a los 4.273 que tenía. Tras ella, se encuentran, por orden de crecimiento, las partidas de La Hoya, Perleta y Torrellano, la partida más poblada.
En términos absolutos de nuevo son los núcleos con más habitantes -Torrellano y El Altet- los que más residentes nuevos han recibido en la última década.
La concejal del área señala que estas dos pedanías «cuentan con una situación muy favorable, están muy bien comunicadas, tanto con Elche como con Alicante, además de ubicarse muy cerca de la playa. A todo esto se une que se trata de núcleos ya establecidos y muy consolidados, lo que hace que sigan siendo las grandes pedanías de Elche».
Además, la edil apuntó que «tenemos que seguir construyendo un municipio sostenible en su conjunto y asegurar que la gente que vive en pedanías disponga también de servicios».
