El pleno del Ayuntamiento de Elche se convirtió ayer en un espacio desde el que se quiso rendir un merecido homenaje a todas las personas mayores. Una representación de este colectivo, alumnos de las Aulas Universitarias de la Experiencia, de la Universidad Miguel Hernández, ocupó ayer varios de los asientos de los concejales ilicitanos y, en presencia del alcalde, Carlos González, y del rector, Jesús Pastor, realizaron varias reivindicaciones para conseguir, en definitiva, que las personas de más de 55 años logren algún día una mejor inserción en la sociedad a la que tanto han aportado y a la que tanto tienen aún que dar.

Mediante tres intervenciones se expusieron muchas de las realidades que preocupan a los más veteranos, así como medidas de mejora para avanzar en su calidad de vida.

Soubhi Hamaui Shanan fue el primero en tomar la palabra para apelar al espíritu de la Transición y al actual momento que consideraba que es una segunda Transición, todo ello antes de remarcar que la vejez ya no es la misma cuestión que hace unos años. «Cuando estudiaba Medicina en 1970, la esperanza de vida era de diez años menos que ahora y en estos momentos somo candidatos a ser el país más longevo de Europa», apuntó.

Pilar Andreu, en nombre de sus compañeros, hizo una reflexión sobre la sanidad y las necesidades en este campo por parte de los mayores. Significó que en la Comunidad Valenciana se estima que hay más de 500.000 personas mayores de 65 años y que, aunque la mayoría se vale por sí misma, «se está incrementando el subgrupo de dependientes, personas en soledad, pobreza y escaso apoyo social».

Andreu reclamó mayor prevención de cara a las enfermedades psicofísicas, o una mayor oferta cultural y educativa para su colectivo, de manera que haga a estas personas «más autónomas, más instruidas y más libres».

El último en intervenir, y el que más llegó con sus palabras, fue Andrés Medrano, que además de demostrar que sabe diferenciar con su edad entre Android y el sistema operativo del iPhone, remarcó que sus coetáneos son un «fenómeno sociopolítico», además de que «este sector es cada vez mayor».

Medrano, quien afirmó: «No nos dejan trabajar, y si trabajamos, nos quitan», lamentó esa «no recuperación de la experiencia», para, seguidamente, reivindicar en la ciudad más bancos -«porque nos cansamos»-, conferencias en distintas partes de la ciudad y que también ellos puedan impartirlas, mejores accesos, aceras antideslizantes o facilitar el paso de sillas de ruedas.

A estas demandas, sumó otras más como un transporte público que llegue a más lugares, más información de los recorridos, ayudas para la limpieza y el acondicionamiento o adaptación de las viviendas, mejor información de actividades para los mayores, que éstos tengan más visibilidad en los medios de comunicación, charlas para aprender a envejecer, así como favorecer la no exclusión de los mayores de 60 años.

El alcalde de Elche, Carlos González, agradeció las intervenciones y mostró su deseo de que en la ciudad se pueda mejorar la calidad de vida de este colectivo, que se aproveche de su experiencia y que, en definitiva, el municipio sea para ellos más «amigable».

Y como colofón, la frase que manifestó ayer Soubhi Hamaui en el pleno: «No basta echarle años a la vida, sino que también hay que echarle vida a los años». Y eso vale para todas las edades.