Lo que no pasa en cien años pasa en un día. Esa precisamente ha sido la filosofía que ha inspirado la actuación que acaba de impulsar Riegos de Levante en El Hondo, como entidad encargada del mantenimiento y la gestión de los embalses de Poniente y Levante. Por ello, y coincidiendo con el corte programado del caudal y la inspección del canal de entrada de agua a estos embalses desde la desembocadura del Segura -canal centenario, por otro lado-, la comunidad de regantes ha aprovechado la actuación para instalar una nueva compuerta como medida de prevención ante eventuales inundaciones.
Desde Riegos de Levante, de hecho, defienden que la obra se debía haber acometido bastantes décadas atrás. No se hizo y es en estos momentos, a seis meses vista precisamente del cambio en la cúpula, cuando el nuevo equipo se ha decidido a emprender esta actuación. En esta línea, vienen a argumentar que, con un caudal de unos ocho hectómetros, algo bastante habitual, el desastre podría estar asegurado en caso de rotura para algunas de las localidades más cercanas de la Vega Baja. No sólo eso. La nueva infraestructura, como defienden los regantes, no sólo evitará que parte de los recursos hídricos se puedan perder en circunstancias extremas, sino que, además, en caso de avería en el canal, no obligará a tener que vaciarlo, y, por tanto, no se perderán aportes.
El portón, de acero inoxidable, mide tres metros de ancho y seis metros de largo, y el coste, según especifican los regantes, ronda los 20.000 euros. Por ahora, y a la espera de que llegue la hoja de la compuerta, se ha aprovechado que el canal no recibía aportes para dejar ya instalado el marco. «¿Era urgente? Probablemente, con el coste que tiene sí, porque permite evitar males mayores, que puede que no se den en cien años o que puede se den mañana», se justifican diciendo desde Riegos de Levante.
No en vano, desde la comunidad detallan que, hasta ahora, cualquier actuación que se tenía que hacer en el canal suponía que se debía llevar una parada de tierra y después retirarla, y todo ello con un coste que rondaba los 2.500 euros. Ahora, alegan, bastará con bajar la compuerta sin más.
Sea como sea, la actuación ha coincidido con la inspección y reparación de las deficiencias detectadas desde que se cortara el caudal a principios de este mismo mes, aunque, como aseguran, sin dejar que El Hondo acabara entrando en una situación crítica por la falta de caudal. Fue poco después del incendio detectado en esa misma zona cuando Riegos de Levante se decidió a llevar a cabo esa actuación, en parte también porque el fuego fue lo que acabó destapando esas averías, mantienen. Al final, la revisión de la infraestructura ha sacado a la luz la existencia de tres zonas críticas por las que se perdían aportes. Por ello, y para poner soluciones a esta situación, se han rellenado esos tramos de hormigón.
Ahora, ya finalizados todos los trabajos -salvo la instalación de la hoja de la compuerta, que llegará en breve-, la comunidad ha vuelto a elevar agua, después de que en el último mes no haya entrado nada. La intención es que, aprovechando este puente -y que, por tanto, los agricultores no van a regar-, darle una inyección extra a los embalses, en un momento en el que, además, como subrayan, el caudal que llega tiene una calidad muy buena.
