Miles de ilicitanos con las tradicionales palmas blancas han arropado esta mañana en Elche a la imagen de Jesús Triunfante en la multitudinaria procesión de Domingo de Ramos, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 1997 y que marca el comienzo de la Semana de Pasión.

Como cada año, ilicitanos de todas las edades no han faltado a la tradición, y con sus mejores galas han acompañado en procesión al conocido como "paso de la burrita" al ritmo de las cornetas y tambores de la Hermandad de la Flagelación y Gloria y de la Santísima Sangre de Cristo.

El sol ha acompañado en esta mañana de Domingo de Ramos, con la que se da inicio a la Semana Santa, y en la que han participado más de 35.000 personas, según datos facilitados por la Policía Local de Elche.

Minutos antes del inicio de la procesión, se ha realizado la tradicional bendición de las palmas blancas en el paseo de la Estación a cargo del vicario episcopal Vicente Martínez. A este rito se une la costumbre de colgar del balcón durante todo el año las palmas bendecidas, como símbolo de protección.

Este año, "el paso de la burrita", que desde 2014 dispone de anda propia y adornada únicamente con palma blanca, ha sido portado por las costaleras de la cofradía de la Santa Mujer Verónica. En esta ocasión se han habilitado los dos laterales del trono para dar cabida al mayor número de costaleras posible, en concreto 109.

Junto a la imagen de Jesús Triunfante, han desfilado también miembros de todas las cofradías y hermandades de la Semana Santa ilicitana, entidades culturales de la ciudad y la corporación municipal.

El Domingo de Ramos de Elche fue declarado en 1988 Fiesta de Interés Turístico Nacional, e Internacional en 1997, aunque los primeros datos sobre esta tradición se remontan a 1371.

En los últimos días, los ilicitanos se han acercado a los 92 puestos instalados en la Plaza del Ayuntamiento, diversos barrios y pedanías ilicitanas para comprar las palmas blancas.

Según marca la tradición, son los abuelos y padrinos quienes compran a los más pequeños las palmas, una costumbre que ha pasado de generación en generación.

En Elche existen una docena de talleres que trabajan en la elaboración de la palma blanca ilicitana, que requiere de un proceso de conservación de la palmera y posteriormente de las palmas para conseguir el singular color amarillo que permite su trenzado.

Por encargo del Ayuntamiento de Elche, se envían cada año palmas blancas, lisas o rizadas, a diferentes personalidades como el Papa Francisco, los Reyes de España, el presidente del Gobierno y de la Generalitat Valenciana o el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante. Todas ellas confeccionadas a mano por las familias Carbonell y Serrano Valero.

Llevan, además, el distintivo de la ciudad de Elche, una etiqueta que acredita su certificado de autenticidad tras haber sido elaboradas a partir de palmeras ilicitanas.