Un vecino de Santa Pola se reconoció ayer culpable de un delito de abuso sexual en grado de tentativa por el que irá tres años a prisión y pagará una indemnización de 6.000 euros después de haber sido descubierto por la Policía Local en el paraje Meleja, en 2013, tratando de mantener relaciones sexuales con una joven con discapacidad psíquica. Otros dos hombres que estaban con él aceptaron dos años de cárcel como cooperadores necesarios del delito.

La sentencia se dictó de conformidad al reconocer los acusados los hechos, después de que la fiscal modificara su calificación inicial (en la que pedía penas de nueve años por agresión sexual). La modificación en la tipificación del delito se debió a que se consideró que no había mediado intimidación hacia la joven, aunque los acusados sí que sabían que su enfermedad mental la incapacitaba para prestar su consentimiento a mantener relaciones sexuales. La vista tuvo lugar en la Sección VII de la Audiencia en Elche.