Las palmas blancas trenzadas más elaboradas viajan ya desde Elche, convenientemente protegidas y embaladas, en dirección al Vaticano, La Moncloa, el Palacio de La Zarzuela... Los puntos más importantes de España y el extranjero en los que en apenas tres días se celebrará el Domingo de Ramos y en cuyas procesiones se lucirán auténticas obras de arte que se elaboran en Elche desde que los más mayores pueden recordar. Francisco Serrano explicaba ayer que «tengo 80 años y desde que me reconozco» elabora su familia estas piezas, cada año diferentes y siempre únicas, con nuevos motivos de adorno. La suya es una de las familias que han mantenido viva una tradición que también conserva la familia de Paco Carbonell, que nació en el Huerto de San Plácido (donde ayer se expusieron antes de ser enviadas las palmas) y que se ha encargado de las que se envían al presidente del Gobierno, de la Generalitat Valenciana y al alcalde de Jaca (para los dos últimos se enviarán palmas lisas). Junto a su mujer, en dos semanas y con mucha dedicación y entrega, han confeccionado una para el presidente en funciones, Mariano Rajoy, que cuenta incluso con un Cristo crucificado en su parte alta y una Virgen de la Asunción, patrona de Elche, en un camarín.

Francisco Serrano detalla que en la del Papa se han simulado con palma trenzada las llaves del cielo, y que para trabajar con toda perfección y detalle palmas que superan los tres metros de alto hacen falta las manos de varias personas. Ese trabajo es la fase final de todo un proceso de preparación previo que comienza un año antes, con el encapuchado de las palmeras «para cortar la fotosíntesis y que no se pongan verdes». Lo explica Francisco Sabater Serrano, de la familia Serrano Valero, quien detalla que después hay que seleccionar las palmas idóneas por el tamaño de sus hojas, la longitud y su estado, pues deben ser flexibles pero resistentes. Se meten en balsas con agua y cloro para limpiar las impurezas y se guardan en cámaras de azufre para mantenerlas frescas o en cámaras frigoríficas, eso sí, embolsadas para que no se sequen. El trabajo artesano posterior se tiene que ir alternando con periodos de humedad para que la palma, que se va convirtiendo ya en una obra de arte, siga manteniendo el mejor aspecto.

La palma de la Reina, inspirada en la Purísima de Murillo, cuenta con la Virgen rodeada de ángeles suspendidos y con una corona en el extremo superior. Envuelta en plástico, en cajas de madera y colgando de una estructura que impedirá que se aplaste, recorrerá la distancia hasta Madrid para que allí sea Doña Letizia quien decida a qué destinarla.

El alcalde, Carlos González, felicitó «a las familias Carbonell y Serrano», que mantienen año a año una seña distintiva de Elche que es parte de la «identidad del pueblo ilicitano».