Bernardo Sánchez toma el relevo de Marisa Bartolomé y pasa a ser el representante de 38 asociaciones vecinales en Elche. Procedente del colectivo vecinal El Toscar, quiere sobre todo mejorar la comunicación en todos los sentidos, que se den a conocer las actividades que realizan las asociaciones y que gente joven se suba al barco del asociacionismo.
¿Cómo surge dar este paso?
Yo formaba parte desde 2011 de la anterior junta directiva. La presidenta me planteó que siguiera liderando el proyecto. Me lo pensé mucho, porque son muchos problemas y te quita mucho tiempo. También me preocupaba tener un buen equipo y creo que sí se ha conseguido. Como hay un buen equipo, Marisa me motivó y yo me ilusioné, pues decidí dar el paso.
¿Se ha renovado bastante la junta directiva?
Se ha regenerado bastante, cerca de un 60%. Un poco más de la mitad ha dejado su puesto en la junta directiva. Ahora hay personas de todas las edades. Creo que hemos bajado bastante la media de edad. Muchos son menores de 40 años, sin despreciar a los mayores por supuesto.
¿Qué objetivos tienen?
El primer objetivo es mejorar la comunicación de las asociaciones. Hacen muchas cosas y no las comunican, no solo con respecto a los medios de comunicación, sino también a través de las redes sociales. También queremos ser un poco más útiles, mejorando los servicios que damos la federación hacia las asociaciones. Y luego también está el tema de los jóvenes. En las asociaciones de vecinos hay pocos jóvenes. Queremos que vuelvan a entrar, que participen y, en ese sentido, vamos a trabajar.
¿Notan esa ausencia de participantes jóvenes?
Hace unos años las asociaciones de vecinos tenían gente de todas las edades, pero ahora mismo la que verdaderamente participan son la gente mayor. No ha habido un relevo generacional o un enganche para que los jóvenes entren a trabajar, sobre todo a nivel institucional de las directivas, porque luego, cuando se hacen actividades, sí participan, pero poco más.
¿Que relación ha habido o hay con el Ayuntamiento?
Con la anterior Corporación hubo muy poquitas reuniones: en cuatro años, dos o tres a lo sumo. Y desde el cambio de Gobierno, la verdad es que sí que vemos mucha más predisposición a contar con nosotros. Ya hemos tenido una reunión con el alcalde, otra con el edil de Participación Ciudadana y también estuvo en nuestra sede el concejal de Limpieza y Mantenimiento. Sí, ha habido bastante cambio y son ellos los que ahora nos están buscando para tener encuentros.
¿En qué cosas necesita mejorar este municipio?
Para mejorar hay muchas cosas, por ejemplo, el tema del transporte, sobre todo en la relación de las pedanías con la ciudad. El transporte en ese sentido es un poco deficiente. Desde El Altet, por ejemplo, hay más facilidades para ir a Alicante que a Elche. Por otro lado, notamos que a nivel de participación hemos mejorado mucho. De hecho, se van a poner en marcha los presupuestos participativos. El tema del empleo y la vivienda también nos preocupa. Por otro lado, la calidad de vida ha mejorado mucho, pero en los barrios históricos como en Altabix o Carrús siguen faltando espacios dotaciones, verdes, mientras que las pedanías no tienen los mismos servicios ni comunicaciones.
¿Se marcha Marisa Bartolomé por cansancio?
Marisa es incansable. Hasta que no se muera no dejará el movimiento vecinal. Pero ella ya llevaba tiempo entendiendo que tenía que dejar paso a otra gente. Más que cansancio fue que se dio cuenta de que tenía que dar paso a savia nueva.
¿Los vecinos son conscientes de la influencia que tienen?
Los vecinos tienen que darse cuenta de que tienen un poder increíble, no se dan cuenta del poder que tienen, y el poder de asociarse y reclamar las cosas no individualmente, sino con centenares de personas, eso tiene más fuerza. Cuando ha habido una unión de verdad y se ha reclamado conjuntamente, dentro de las posibilidades, por lo menos se ha escuchado y se ha intentado dar una solución. Todos los ciudadanos son vecinos y esa crítica que se puede hacer en el bar o en casa, hay que plantearlo y llevarlo a una entidad. Eso es un poder increíble.
