De positiva a juicio de prácticamente todas las partes se puede decir que resultó la reunión de ayer en el Ayuntamiento de Elche para abordar de manera conjunta, entre el equipo de gobierno y numerosos y distintos colectivos de la ciudad, el casi ya inevitable cierre al tráfico de la calle Corredora, primero durante los fines de semana y, más adelante, durante este mandato, completamente.
La mesa de trabajo de ayer, donde se expuso de manera oficial esta intención del Ejecutivo para comenzar a dinamizar el centro urbano, es la primera de varias reuniones que se espera convocar.
Todavía quedan muchos flecos por definir -desde si se cerrará a partir del viernes o el sábado por la tarde, hasta si se tiene que dejar pasar a los autobuses y a bicicletas o a ningún vehículo-, pero de momento el tripartito no se ha encontrado, según indicaron tanto el concejal de Promoción Económica, Héctor Díez, como la edil de Movilidad Urbana, Esther Díez, con ninguna voz claramente en contra de esta idea.
A la reunión asistieron representantes del comercio del centro (Nace), la asociación de hosteleros y de ocio (HostElx) la patronal de los supermercados (Asucova), el colectivo de taxistas, responsables de autobuses urbanos, ecologistas, miembros del consejo de la discapacidad, el programador cultural, así como técnicos municipales y responsables de la Policía Local. Otros, como la federación de vecinos, la firma del Mercado Central o las empresas turísticas no pudieron acudir, según fuentes municipales.
Según varios de los asistentes consultados, la propuesta de hacer peatonal la calle Corredora los fines de semana -no se habló aún del deseo de extender la medida al resto de la semana- parece que no sienta mal a la gran mayoría.
Una de las dudas que surgió fue qué va a pasar con el tráfico que se trasvasará de la calle Corredora a otros puntos de la ciudad. En este sentido, el edil de Promoción Económica explicó, tras aclararlo previamente los técnicos municipales, que el tránsito será asumido por la calle Alfonso XII y la calle Ángel. «Es factible», aseveró el concejal.
Otra de las inquietudes que surgieron fue el del colectivo de personas discapacitadas, que más bien reclamaron un esfuerzo por parte de los comercios para que se adapten y sean más accesibles.
«Ningún colectivo se ha negado en redondo o ha visto negativo peatonalizar la Corredora los fines de semana, pero en cualquier caso hemos dejado la mesa abierta para que más adelante se pueda incorporar cualquier otro colectivo o especialista que quiera incorporar ideas», manifestó Héctor Díez.
El equipo de gobierno insiste además en que dinamizar el centro no se acaba con el cierre de este vial, no es una decisión aislada, sino que será una suma de acciones.
Así las cosas, además de proceder a llevar a cabo actividades de dinamización sociocultural, se potenciará la comunicación de los actos que se programen y también se va a trabajar en poner precios más asequibles en el aparcamiento del Gran Teatro, que es el que gestiona la empresa municipal Pimesa.
Aunque no se ha puesto de momento una fecha concreta para iniciar esta experiencia -que ya ha tenido antecedentes en Elche-, todo apunta a que se podrá activar antes del verano.
La responsable de Movilidad Urbana recuerda lo difícil que supuso peatonalizar calles como Hospital u Obispo Tormo y que, sin embargo, nadie duda ahora de que fueron buenas decisiones.
«Ha sido una puesta en común en la que han participado actores muy diferentes de la sociedad ilicitana y nos hemos dado cuenta de que todos tenemos el mismo objetivo, de hacer un centro para comprar, pero también para vivir, donde haya una gestión de la calle que priorice al peatón», según señaló Esther Díez.
