El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche tiene intención de comenzar a cerrar la calle Corredora al tráfico rodado en este mismo año. La decisión, que genera división entre los vecinos y también entre los comerciantes de este vial y del centro urbano, se empezará a aplicar en un primer momento durante los fines de semana.
Así lo avanzó ayer la edil de Movilidad Urbana, Esther Díez, que hoy, junto con el concejal de Promoción Económica, Héctor Díez, tiene previsto mantener una reunión con distintas asociaciones cívicas de la ciudad.
A ese encuentro están convocados desde representantes de los taxistas, hasta la Asociación de Empresas Turísticas de Elche (AETE), sin olvidar a colectivos de personas con discapacidad o a los propios comerciantes, entre otras partes interesadas.
«Será una primera toma de contacto», indicaba ayer Esther Díez, quien agregaba que, en definitiva, este encuentro servirá para exponer las bases del proyecto que el equipo de gobierno quiere poner en marcha y que va más allá de peatonalizar sólo la calle Corredora. Como ya se anunció días atrás, el actual tripartito tiene intención de llevar a cabo un plan integral de peatonalización del centro de la ciudad, que se acometa este mandato, con o sin el nuevo Mercado Central.
Lo que tiene claro el Ejecutivo local es que el devenir del complejo de abastos no debe impedir hacer peatonales más calles del centro, con la Corredora a la cabeza.
El alcalde de Elche, Carlos González, concernido ayer por la división de opiniones, tanto a favor como en contra, con respecto a restringir el tráfico en la principal vía del centro, manifestaba que el Gobierno local «tiene el objetivo de favorecer el centro histórico y comercial. Queremos aportar más comodidad, mejores condiciones físicas a los usuarios del centro. Y eso supone fraguar el proceso de peatonalización que se ha ido aplicando en los últimos años».
Escuchar y dialogar
González, a renglón seguido, quiso dejar claro que desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche se quiere trabajar mucho el intercambio de pareceres y el consenso.
«No queremos imponer nuestro concepto. En todo caso, queremos persuadir, incorporar a nuestra idea a aquellas personas que pueden no verlo claro y para eso trabajaremos y negociaremos, como ya ocurrió con la calle Hospital, en la que había tráfico y aparcamientos», manifestó el primer edil.
Para González, participación, diálogo y consenso serán fundamentales para lograr «un gran espacio peatonal» que, en última instancia, busca mejorar aún más la ciudad.
En la reunión de la denominada mesa de movilidad del pasado 27 de enero, en la que participan más de treinta colectivos, ya se indicó que el futuro cierre de la Corredora al tráfico rodado debería contar con el beneplácito de los comerciantes.
Este vial se ha venido cerrando en los últimos años de manera intermitente: en ocasiones, por ejemplo, durante la Semana de la Movilidad y en el Día sin Coches, pero también en periodos navideños, para animar, antes y durante, las compras en el centro, como ya ocurrió en el año 2010.
A mediados de los años 90 el debate de la peatonalización del centro de Elche cogía vuelo; a finales del ejercicio 2008 ya daba por seguro el Ayuntamiento que antes o después sería inevitable el cierre al tráfico de esta importante calle; y en enero de 2011 el Consistorio, después de varias semanas clausurando sábados y domingos la Corredera a los vehículos, decidía suspender la experiencia por la disparidad de opiniones y la división existente entre el pequeño comercio del centro de Elche.
