Como en la mayoría de representaciones, el papel de los actores secundarios es tan imprescindible como menor en protagonismo. También en los pasos de Semana Santa, donde la belleza de las imágenes y el sacrificio de los costaleros colma la admiración de los interesados casi dando por sentada una laboriosa banda sonora que completa la puesta en escena. Por ello, los encargados de engrandecer con música el recorrido de las diferentes cofradías de Elche recibieron ayer un homenaje con un reconocible repertorio de viento y percusión.

En representación de todas las cornetas y tambores que custodian y realzan las imágenes sagradas a su salida de su correspondiente parroquia, cinco agrupaciones participaron en un certamen acogido por el Gran Teatro, y también por las calles del casco histórico de la ciudad.

Las melodías empezaron a sonar rato antes de la entrada al auditorio. Desde la Plaça de Baix, un desfile compuesto por más de 200 especialistas de todas las edades fue la antesala al espectáculo posterior en lo alto del escenario, ya que cada una de las bandas interpretó una marcha a su llegada a la Glorieta. El cartel de actuaciones lo encarnaron tres conjuntos ilicitanos y otros dos invitados integrados por cerca de medio centenar de personas. Cada uno de ellos tocó tres composiciones en la hora y media que duró el evento. Entre las locales, tomaron parte los grupos musicales de las hermandades de la Flagelación y Gloria, la Sangre de Cristo y la Sagrada Lanzada, que se estrenó en el recital. Además, cerraron el concierto la banda del Santísimo Ecce Homo, procedente de Abarán (Murcia), y la de Nuestra Señora del Carmen, de Almería. «Es un homenaje como reconocimiento a los músicos y también a los padres y madres de los menores, que durante la época de ensayos tienen que desplazarse hasta polígonos o al paseo de la Estación para llevar a los jóvenes», explicó Javier García Mora, presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Elche. Y es que, muchas de las partituras que intervienen son interpretadas por niños y niñas que mezclan devoción y afición.

Por otra parte, el pago simbólico que realizaron los asistentes a la entrada para presenciar las marchas irá a parar a la labor que desempeña Cáritas en la localidad ilicitana, lo que añadió un carácter solidario a la iniciativa.