El Ayuntamiento de Elche confirmó ayer que el taller de calzado que el jueves quedó calcinado por el fuego y en el que resultó herido grave un joven de 17 años, en la zona del Cementerio Viejo, era totalmente ilegal. El concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, indicó que incluso no se podía considerar ni siquiera un taller: «Es un pasillo entre dos casas, y en el que habían puesto un techado de uralita», concretó el edil.

Sánchez afirmó que en el Ayuntamiento no consta ninguna solicitud de apertura de establecimiento, y que en la Policía Local tampoco se tiene registro alguno de denuncia vecinal por este tipo de negocio.

A raíz de lo sucedido el pasado jueves, el Ayuntamiento quiere realizar un seguimiento especial sobre aquellos talleres y negocios que todavía tienen pendiente de subsanar algún trámite administrativo para tener toda la documentación en regla.

Fuentes municipales indican que, sobre todo, van a poner una atención especial en aquellos locales donde se trabaje con gases, pinturas o colas. El Consistorio quiere que se vele en todo momento por la seguridad de los trabajadores.

Impotencia

En cuanto a detectar negocios clandestinos, como el del Cementerio Viejo, el edil de Aperturas reconoció prácticamente la impotencia de la Administración si nadie lo da a conocer. Es complicado, apuntó, incluso para las fuerzas de seguridad, llevar a cabo cualquier tipo de actuación si no hay información.

Lo que sí indicó es que la Policía de la Generalitat realizará un informe sobre las irregularidades que se han podido hallar en el lugar del siniestro. En función del mismo, se le aplicará una sanción al responsable o responsables del «negocio».

De hecho, el panorama no pinta nada bien para los que organizaron este «taller», dadas las heridas de alcance que ha sufrido el menor que allí se encontraba, al parecer, manipulando colas y disolventes.

El joven de 17 años, según informaron ayer fuentes del Hospital de La Fe de Valencia, continúa ingresado con pronóstico reservado. Sufre quemaduras en el 70% de su cuerpo, como consecuencia del siniestro.

En un primer momento, de Elche se le trasladó a la Unidad de Quemados de Alicante, pero, a tenor de la gravedad de las heridas, se decidió a su vez que fuera desplazado hasta la ciudad de Valencia en helicóptero.

Una deflagración y la rápida expansión de las llamas a raíz de los productos químicos que se encontraban en el local, dedicado a la fabricación de componentes para el calzado, provocaron los severos daños al joven, el cual, según testigos presenciales, salió a la calle envuelto casi en una bola de fuego. Los vecinos fueron los primeros en atenderle. El suceso tuvo lugar sobre las 11.30 horas, a la altura del número 12 de la calle Benitatxell, una zona próxima al centro comercial de l'Aljub. Hasta el lugar se desplazaron efectivos del Parque de Bomberos, Policía Nacional, Policía de la Generalitat y Policía Local.

Los bomberos tardaron cerca de una hora en apagar las llamas que afectaron al taller, de unos 20 metros cuadrados, y a un cobertizo aledaño. La Policía Nacional también se encuentra investigando lo sucedido.