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Patrimonio invadido por la maleza

La Acequia Mayor del Pantano, en su entrada a Elche, permanece comida por los matorrales ante la falta de conservación arrastrada durante años

Algunas bolsas de basura y desperdicios en el entorno. antonio amorós

Invadida por la maleza e invisibilizada por los matorrales. La Acequia Mayor del Pantano de Elche, en su entrada a Elche, ha quedado en el olvido, después de años y años de abandono. La infraestructura hidráulica, que forma parte del patrimonio ilicitano más valioso y es una de las claves para que el Palmeral tenga la distinción de la Unesco, se conserva de manera desigual en el término municipal.

Y es que, en la zona semiurbana, desde las antiguas fábricas de Ferrández, el convento de las Clarisas y el partidor de Candalix, el agua de la acequia corre por un canal totalmente desapercibido, pese a ser un punto de partida de muchas visitas guiadas y excursiones. Una copiosa manta de broza se expande por la acequia y anega el sistema hidráulico, quedando completamente perdido entre los matorrales.

Ante ello, plataformas de senderistas y colectivos locales han denunciado el abandono en la conservación de esta zona histórica y achacan la actual dejadez al descuido arrastrado a lo largo de los últimos equipos de gobierno que ha tenido la ciudad, incluido el actual. De hecho, desde el grupo de Senderismo en Pro de la Preservación del Patrimonio Cultural y Ambiental de Elche y desde el Observatorio del Vinalopó ya han trasladado a la actual Corporación la necesidad de mantener esta zona y de desbrozar toda la maleza, con el objetivo de evitar que el abandono de la Acequia Mayor se acentúe.

En esta línea, son muchos los colectivos que reclaman poner en valor esta infraestructura hidráulica en todos sus puntos, no sólo en el término urbano, donde sí está atendida como se merece.

Concretamente, los restos del Molí de la Palmereta es uno de los enclaves, que forman parte del legado histórico de la ciudad, donde la maleza también se adentra en el agua que circula por el canal.

Sin embargo, este panorama también se repite no muy lejos, en la senda de la Acequia Mayor del Pantano, conectada directamente con el sendero oficial del Palmeral, que recorre todos los huertos de Elche.

Este antiguo camino, donde el cauce se hace subterráneo, se ha convertido en una auténtica selva, difícilmente de atravesar. A un lado y al otro, los arbustos apenas dejan espacio para transitar por el antiguo camino y realizar la ruta al completo. Y lo que es peor: aquellos que consiguen realizar el itinerario, desde el convento de las Clarisas, también han de sortear heces y restos de basura.

Por último, colectivos locales también critican los senderos del Valle Trenzado no estén conectados con la antigua senda de la Acequia Mayor. Con todo ello, la conservación y el mantenimiento de esta parte de la herencia que dejó la cultura árabe supone un reclamo que, por el momento, sigue sin causar efecto entre el Ayuntamiento ilicitano.

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