Elche va a facilitar la instalación de nuevos tanatorios en su término municipal. Eso sí, siempre que éstos no comporten la dotación de un horno-crematorio, cuestión siempre polémica a nivel municipal y que suele generar la reacción en contra de colectivos vecinales.

Así se abordó ayer en el pleno ordinario del Ayuntamiento de Elche, el primero en el que Ilicitanos por Elche se estrenaba en la oposición (recolocado en la esquina izquierda, entre el PSOE y la interventora) y Jesús Ruiz Pareja, del Partido de Elche, como miembro de Gobierno (sentado en la tribuna de presidencia donde antes estaba José Manuel Sánchez, el cual ha pasado al lugar que ocupaba Cristina Martínez, junto a la Secretaría).

Con la abstención del PP y de Ilicitanos por Elche, se aprobó la modificación del artículo 145.1 sobre las normas del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) relativo al uso de tanatorios. Según el PP, esta aprobación es solo inicial, por lo que su aprobación tendrá que ser definitiva en otro pleno municipal.

El edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, señaló que esta decisión, de diferenciar entre tanatorios con y sin crematorio, era positivo para el municipio, por cuanto permitirá la llegada de más competencia frente a los dos establecimientos del mismo grupo empresarial que ahora mismo prestan sus servicios en Elche.

El concejal indicó que seguirán existiendo una serie de condicionantes importantes para los tanatorios con crematorio, como el hecho de que sólo se puedan asentar en cementerios y en suelo industrial, en manzanas no limítrofes con viviendas, guarderías o centros educativos. Con la nueva redacción del artículo 145.1 se eliminan algunas de estas restricciones para tanatorios sin crematorio, pero no se limita, por ejemplo, el número máximo de estas instalaciones en el municipio, como ayer advirtió el edil de Ilicitanos por Elche, Fernando Durá.

Este concejal también intentó sacarle los colores al PSOE al afirmar que el equipo de gobierno recibió el 19 de febrero una comunicación de un empresario de Crevillent-Catral en el que hacía precisamente una petición en este sentido. «Queda claro que viene de un empresario y que se trata de un urbanismo a la carta», dijo Durá.

José Manuel Sánchez respondió entonces que, si el Gobierno no era receptivo, se le tacharía de intransigente y que lo que primaba aquí en realidad era «el interés general de los ciudadanos» porque se liberaban las posibilidades de asentamiento de otras empresas del ramo.

El PP, a través de su concejal Vicente Granero, también fue crítico en este punto: «Esto es despacho de intereses privados, es urbanismo a la carta, dicho esto por (Antonio) Rodes -portavoz del PSOE con Mercedes Alonso de alcaldesa- en junio de 2012». En cualquier caso, para el PP, esta cuestión estaba muy poco trabajada y carecía, según esta formación, de un estudio. De hipocresía tacharía luego el PP esta postura del PSOE, al afirmar que en 2007, una vez instalados los dos tanatorios, restringió lo que ahora se quiere aperturar.

Mireia Mollà, de Compromís, coincidió con el PSOE al apuntar que era un servicio, en definitiva, del que no se podía prescindir.

Esta cuestión llevó también a que el concejal de Urbanismo avanzara que el actual equipo de gobierno tiene la firme decisión de revisar el PGOU, que data de 1998.

Además, señaló que desde el primer momento se va a intentar que los ciudadanos y los entes vecinales empiecen a realizar sus propuestas, antes de que técnicos y políticos comiencen a desarrollar un trabajo que será largo. «Se recogerá al máximo el sentir de los ciudadanos para decidir el modelo de ciudad», manifestó Sánchez.

La sesión de ayer, en cualquier caso, fue de puro trámite, es decir, apenas se adoptaron decisiones de gran calado para la ciudad que se tradujeran en acciones prácticas, inmediatas o de envergadura. La sesión tenía el morbo de poder comprobar qué tipo de oposición e intervenciones en el pleno iba a realizar Ilicitanos por Elche (bastante activos, por cierto) y cómo cambiaría la actitud de Jesús Ruiz Pareja (contenida, de momento) al cambiar el sillón de la oposición por la del Ejecutivo.

Presencia del conseller Alcaraz

El caso es que, al final, fue un pleno relativamente tranquilo, con algún momento tenso -por ejemplo, cuando Cristina Martínez dijo, sobre temas de salud, que la ignorancia era muy atrevida y Carlos Sánchez, el nuevo edil de Sanidad, le contestó con la máxima corrección- y en el que estuvo presente en buena parte del mismo el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, y el director general de Cooperación, el ilicitano Federico Buyolo.

Con su presencia quisieron respaldar la adhesión unánime de todos los grupos, mediante una declaración institucional, a la denominada alianza de ciudades por el desarrollo sostenible. Alcaraz manifestó que este tipo de acciones contribuyen a sensibilizar a la población para que se exija el cumplimiento de una serie de requisitos que buscan desde frenar la pobreza hasta luchar contra los problemas ambientales.