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Presente y futuro del sector manufacturero

Nuevos retos para la industria zapatera

El calzado genera 20.000 empleos en la provincia y tiene la tarea de producir más y ampliar sus canales de venta

Sección de aparadoras de una fábrica ilicitana. sergio ferrández

El calzado es uno de los sectores industriales con más peso en la provincia de Alicante. Su proyección exterior ha sido fundamental para sortear, de la mejor manera posible, los peores años de la crisis. Sólo en la provincia de Alicante, más de 20.000 personas viven del sector del calzado, que trabajan en 2.739 empresas, principalmente de Elche, Elda, Petrer, Crevillent y Villena.

Las patronales aseguran que el sector del calzado atraviesa un momento favorable en cuanto a las exportaciones se refiere, aunque advierten que no puede bajar la guardia. La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marian Cano, señaló que «sólo en la provincia de Alicante en 2015, el calzado generó 1.576.432 euros en exportaciones, siendo el principal sector dentro del ranking exportador».

Las empresas siguen trabajando para realizar mejoras con el fin de mejorar su competitividad competitividad y sus procesos productivos, pero si algo está claro es que, además, tienen que continuar apostando por la inversión en I+D+i, y por diversificar y ganar cuota de mercado a través de las exportaciones, y la venta online.

En este sentido, las patronales apuntan a que la estrategia de internacionalización es clave para que el calzado pueda evolucionar y compensar su crecimiento con su presencia en otros mercados. La Federación de Industrias del Calzado Español plantea, en su nuevo plan estratégico, abrir mercados en el eje Asia-Pacífico, creando eventos comerciales propios en países como Australia o Singapur, donde promocionar el «Made in Spain».

Marian Cano aseguró que «el sector del calzado ha vivido grandes crisis, que ha sabido superar, gracias a su capacidad de reinventarse y adaptarse. Esa experiencia es la que le ha permitido estar más preparado que otros sectores, y sortear de mejor manera los efectos de esta última crisis».

Las estrategias de internacionalización que las empresas del calzado de la Comunidad Valenciana llevan a cabo, desde hace muchos años, les ha permitido, por lo tanto, afrontar con mayores garantías esta última crisis.

Así, la internacionalización y la competitividad del sector del calzado, junto con la apuesta por la marca, el diseño y la moda, son cuestiones fundamentales que han hecho posible que las empresas de la provincia mantengan su actividad o crezcan. «Gracias a estos factores las empresas han ido ganando cuota de mercado y han podido desarrollar su actividad», destacó la presidenta de Avecal.

Otro factor que ha contribuido a la supervivencia, y mejoría del sector, ha sido la resocialización. El presidente de la Federación de Industrias de Calzado Español, José Monzonís, destacó que «cada vez hay más empresas que subcontratan sólo en España, y cada vez hay menos empresas que subcontratan sólo en el exterior». Por esto, se está ante un proceso de aumento en la producción.

No obstante, aún queda mucho por hacer para volver a alcanzar los niveles de producción de zapatos anteriores al año 2007. José Monzonís afirmó que «pese a los buenos datos, la producción de calzado está 30 puntos por debajo (en número de pares) que en 2007, antes de la crisis».

Aún así, el sector zapatero se enfrenta a grandes retos. El calzado tiene que reforzar su presencia en el ecommerce y su transformación digital, puesto que, advierten los expertos, la venta online cada vez va a concentrar un mayor peso en la compra de los consumidores.

Por lo tanto, dijo Marian Cano, «se tiene que trabajar en la mejora de la productividad para continuar siendo competitivos en el nicho de productos en los que nos movemos, y que se enmarcan en una calidad medio-alta. Se debe mantener, en definitiva, los estándares de calidad que definen al calzado y continuar apostando por el diseño y la moda».

Además, desde la Federación de Industrias del Calzado Español sostienen que las pequeñas y medianas empresas necesitan grandes dosis de creatividad para convertirse en marcas internacionales, por lo que su gran reto pasa por la transformación digital.

Dentro de esos objetivos futuros se encuentra, además, la formación de los jóvenes como un capítulo vital. «El sector debe ser capaz de atraer y retener el talento», advirtió Marian Cano, quien aseguró que «se ha perdido el relevo generacional y se tiene que recuperar para garantizar el futuro de esta industria». De igual forma, desde FICE apuntaron que «el sector demanda profesionales cualificados».

Para ello, las patronales proponen fomentar una formación práctica y recuperar la figura del aprendiz, así como incorporar profesionales especializados en distribución, comercio y diseño.

Una vía que también apoyan los sindicatos UGT y CCOO, a la vez que valoran que el sector del calzado en la provincia, precisa de una acción conjunta, que englobe a patronales, sindicatos y la administración, para acabar con su gran lacra, la economía sumergida.

Y es que aunque la industria del calzado está bien valorada por los sindicatos, desde donde se le ve mucho futuro, insisten en que sigue habiendo muchas empresas que no cumplen con normalidad la legislación laboral, dando lugar a la competencia desleal y a la perdida de derechos de los trabajadores.

Por eso, los sindicatos piden que sea la administración la que se siente a hablar con patronales y sindicatos para poner en marcha campañas eficaces contra la economía sumergida. «No estamos en una buena época para generar tensión, pero es necesario que la administración se tome más enserio este asunto», sentenciaron.

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