La empresa mixta Aigües d'Elx ha firmado su adhesión a la Junta Arbitraria de Consumo, con el objetivo de mejorar la solución de conflictos con los usuarios originados por quejas, sin la necesidad de acudir a los tribunales ordinarios de Justicia.

De esta forma, la incorporación a este sistema de resolución de reclamaciones busca huir de los pleitos largos y costosos, y es gratuito, ya que, en caso de litigio, no se originan costes para ninguna de las partes. «Se trata de una forma de dar solución a las quejas que nos llegan por hojas de reclamación, con la finalidad de dar una resolución en función de lo que dictamine la Junta Arbitraria de Consumo», explicó el director gerente de Aigües d'Elx, Francisco Javier Prieto.

Con ello, la empresa mixta municipal sumará este nuevo recurso a su procedimiento para gestionar las quejas, que también se resuelven desde las oficinas de la compañía, la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor) o bien, a través del Defensor del Consumidor, donde, según su portavoz, Sergi Sanchís, el trato es personalizado por vía telefónica y la finalidad es llegar a acuerdos amistosos entre la empresa y el cliente. «Esta adhesión supone dar un paso más para mejorar la calidad de los servicios públicos y equilibrar la posición entre los usuarios y el Ayuntamiento, a través de una empresa municipal», apuntó el alcalde, Carlos González.

Así las cosas, Aigües d'Elx aglutina a un total de 120.000 abonados y el pasado año contabilizó 565 reclamaciones. En esta línea, un 2% de las quejas fueron gestionadas a través de la OMIC y el resto, de manera presencial en las oficinas. Los asuntos que más importunan a los usuarios del servicio municipal de agua potable son los precios aplicados o el consumo excesivo por fugas.

Desde la empresa municipal, señalaron que el pasado año sólo se incumplió tres veces el plazo de resolución de las reclamaciones, superior a diez días, por lo que la compañía se vio obligada a indemnizar a los clientes, dentro de su compromiso responsable.