El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura exigió ayer a la confederación hidrográfica nuevas medidas extraordinarias para paliar la falta de agua para riego desde el Tajo. En concreto, los regantes pidieron 30 hm3, un caudal casi imposible debido a la oposición de los regadíos tradicionales, los que riegan directamente del río. La petición llegaba, por otro lado, el día en que se hacía público que en Entrepeñas y Buendía, puerta del trasvase, la reserva de agua está en los 424 hm3, 88 hm3 por encima de la reserva estratégica, por lo que ya no hay excusas para enviar agua para riego. Desde el mes de noviembre, sólo han llegado dos hm3 de los 48 hm3 necesario.

El regadío tradicional de la Vega Baja se mostró indignado con «la intolerable presión sobre el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, para que cometa una ilegalidad y le quite el agua de la cuenca a sus legítimos usuarios para entregársela al trasvase».

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, hizo, por su parte, un llamamiento a que «no se pierdan los nervios» y a llegar a acercar posturas, «ya que la cuenca se encuentra en unas condiciones muy estresadas y se enfrenta a una sequía muy severa». En este sentido, Ródenas apuntó que «no todo el mundo está de acuerdo dar más agua al trasvase, ya que de las tres vegas del Segura, dos de ellas, la Vega Baja y la Vega Media, han manifestado su disconformidad con esta medida puesto que creen que no llegarán a terminar el año hidrológico en buenas condiciones».

Para analizar esta cuestión, los usuarios de la cuenca mantendrán una reunión este viernes con el secretario de Estado de Medio Ambiente, en Madrid, confirmaron tanto Ródenas como el presidente del Sindicato, José Manuel Claver.