Dos patrullas de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional frustraron el sábado por la tarde un presunto intento de detención ilegal por el que han ingresado en prisión provisional dos hombres por decisión del Juzgado de Instrucción 5 en funciones de guardia y a petición del Ministerio Fiscal. Los dos detenidos, de nacionalidad francesa (de 39 años y con iniciales B.V.B. y K.B.), fueron apresados sobre las 17.10 horas, justo después de que la víctima, de nacionalidad argelina, llamara por teléfono pidiendo ayuda mientras estaba oculto tras una puerta y unas chapas en una nave industrial de la avenida de Novelda, en el polígono de Carrús.
Al parecer, varios testigos que estaban trabajando en la nave junto a él pudieron ver «merodear en coche» por los alrededores a un empresario con el que la víctima tenía una disputa económica por la cual había interpuesto ya varias denuncias. Según ha podido esclarecer la Policía Nacional, algunos testigos y la propia víctima aseguran que el empresario -también argelino- puso una empresa de importación y exportación de calzado a su nombre y le había exigido hace unas semanas que firmara unas facturas falsas por valor de 400.000 euros, algo a lo él que se negó. A raíz de eso comenzó a sufrir, según ha denunciado, amenazas personales y hacia sus familiares tanto en España como en Argelia, por lo que resolvió marcharse y comenzar a trabajar en Elche en una nueva empresa, donde habrían conseguido encontrarle para intentar secuestrarle y hacerle firmar, según la versión de los interrogados por la Policía.
Por ello, se escondió y, al parecer, cuando los dos detenidos le localizaron, le arrebataron el teléfono y comenzaron a golpearle usando una barra de madera, intentando reducirlo para llevárselo a la fuerza. En ese momento llegaron los agentes de Policía Nacional.
Uno de los dos agresores intentó huir corriendo pero fue alcanzado y reducido. Los dos detenidos se acogieron a su derecho de no declarar en Comisaría y pasaron a disposición judicial por los presuntos delitos de detención ilegal en grado de tentativa, amenazas, lesiones y robo con violencia.
Apenas unas horas después otro trabajador de la fábrica se presentó en la comisaria de la Policía de la Generalitat asegurando haber sido agredido por el empresario, que le reprochaba que le hubiera «quitado» a sus trabajadores, hechos que fueron unidos al atestado.
