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Bomberos descarta ahora crear una unidad de salvamento en derrumbes

El Consorcio prescinde del grupo de especialistas aprobado en 2005

Un edificio de cinco plantas que se vino abajo sin causar heridos en Elche, en abril de 2015. antonio amorós

El Consorcio de Bomberos de Alicante descarta ahora, después de diez años de espera, poner en marcha la Unidad de Salvamento y Desescombro descarta que se aprobó en un acuerdo de su Junta Rectora de 2005 para crear un grupo de especialistas que pudieran actuar en derrumbes, asegurar estructuras colapsadas y rescatar a personas atrapadas entre los escombros. Esa unidad, que tendría que dar respuesta tras un terremoto que pudiera hacer caer edificios o ante el colapso de construcciones por cualquier otra causa, está desechada. En cambio, los responsables del Consorcio aseguran que se está preparando un curso formativo para los 500 efectivos de Bomberos en la provincia, para que todos ellos tengan formación en apuntalamiento y rescate de atrapados, porque no se considera operativo que haya una unidad específica sin que la plantilla haya sido antes formada.

Representantes sindicales consideran que no se trata más que de una excusa, puesto que la mayoría de la plantilla ya se ha formado en los últimos años y dispone de titulación. Javier García Miñano (del sindicato CGT, mayoritario en el Consorcio) sostiene que la formación de los bomberos está recogida en la base de datos del Consorcio, y pone como ejemplo el área operativa del Baix Vinalopó, donde asegura que, del total de 89 efectivos, más de 50 disponen de títulos en salvamento y desescombro, equipos de detección o guías caninos y también para ocupar puestos de mandos, que han obtenido en el Ivaspe o en la Escuela Nacional de Protección Civil. Asimismo, recuerda que la provincia es la de mayor riesgo sísmico de toda la Comunidad Valenciana y que es incomprensible que no disponga de un grupo específico que sí tienen el resto de provincias colindantes.

El diputado de Emergencias, Jaime Lloret, respondió a sus reivindicaciones en septiembre anunciando a preguntas de este diario que se estaba preparando una propuesta para poner en marcha la unidad y que esa propuesta se presentaría a los sindicatos antes de final de 2015, además de que también se iba a formar a todo el personal. Ahora, sin embargo, se matiza que solo se llevará a cabo la segunda parte, dando carpetazo así a un proyecto que lleva más de diez años en el cajón. Según la Diputación y el inspector jefe de servicio provincial del Consorcio, Vicent Baeza, la unidad está descartada y el curso se está diseñando en la Universidad de Alicante antes de someterlo a negociación para decidir cómo impartirlo. También asegura que se pretende crear una bolsa de trabajo de técnicos cualificados para identificar la estabilidad de las estructuras antes de entrar y confeccionar un procedimiento de actuación que deben de conocer todos los efectivos en lo referente a apuntalamientos y rescate de atrapados.

Constancia

En cuanto a las reivindicaciones sindicales, el inspector jefe sostiene que no tiene constancia de peticiones formales de los sindicatos para poner en marcha esa unidad, al menos en los últimos años, y que tampoco se ha notificado por escrito que los bomberos estén formados en esta materia, si bien pueden haberlo hecho por su cuenta.

Vicent Baeza expone que la Diputación de Alicante fue de las primeras de España en firmar un convenio con la Dirección General de Protección Civil para búsqueda de personas enterradas y que «se nos dio un material específico pero se tenía que dar una formación que nunca se dio». Asegura que la Unidad de Salvamento comportaría dificultades de gestión por el cuadrante de horarios, dado que los miembros de esa unidad no van a coincidir en la misma guardia y en el mismo parque en el momento en que haya una emergencia de este tipo. Mantiene que unidades como la de rescate en montaña o buceo permiten actuar con pocos miembros, pero que si se diera un terremoto que hiciera caer los edificios la actuación debería implicar a cientos de efectivos y no a una treintena de bomberos. Por ello, defiende que sí resulta operativo un grupo de rescate vertical en montaña, pero no considera funcional uno para desescombros.

La explicación no convence en absoluto a los agentes sindicales. Javier García Miñano reivindica que los efectivos especialistas en esta materia son quienes deberían actuar a modo de guías o coordinadores del resto de grupos que se crearan si se da una emergencia de este calado, y que el hecho de que se elabore un procedimiento y se forme en él a los bomberos no es más que cumplir la ley 7/2011 de la Generalitat.

La Diputación de Alicante apenas deja la puerta abierta a que después de impartirse el curso, a largo plazo y con carácter incierto, un grupo pudiera profundizar en la especialización: «Hay que formar a toda la plantilla en apuntalamientos y en rescate de personas enterradas, y una vez que estuviera formada, se podría respaldar a gente que le interese profundizar, igual que tenemos equipos de excarcelación a los que les interesa competir internacionalmente, pero no son un grupo especial, sino gente que nosotros potenciamos porque esas experiencias son positivas», dice Baeza.

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