El área protegida del Parque Natural de El Hondo consiguió salvarse finalmente del alcance de las llamas del complicado incendio que movilizó a cuatro parques de bomberos durante la noche del domingo y la madrugada de ayer, según los informes técnicos. Sin embargo, pese a que la superficie calcinada se quedó fuera de los límites de la zona protegida, el fuego sí que afectó a un área de gran valor ecológico de la partida de Carrizales.

Tras una intensa noche y las complicadas labores para extinguir las llamas que se originaron cerca del parque natural, la zona amanecía ayer con los efectos visibles del siniestro. El extenso cañar, que rodeaba el canal de Riegos de Levante, fue la vegetación más afectada por el incendio. Así se desprendía ayer del informe de valoración de daños, facilitado desde el Parque Natural de El Hondo.

De esta manera, pese a que este tipo de flora volverá a crecer con más fuerza en primavera, desde el Parque Natural Agrario de Carrizales, su presidente, José Miguel Montaner, lamentó que el cañar «servía de cobijo a muchas especies de mamíferos, que posiblemente pudieron escapar del alcance de las llamas, pero en este lugar hibernaban muchos reptiles, algunos de ellos en peligro de extinción, que no pudieron salir».

Por fortuna, los cultivos y los viveros que se encontraban próximos al foco del incendio quedaron intactos, gracias al fuerte dispositivo de seguridad. Asimismo, el presidente de la junta rectora del Parque Natural de El Hondo, Vicent Sansano, afirmó que «el plan de prevención de incendios se cumplió a la perfección y los bomberos hicieron una gran labor para sofocar el fuego».

Así, aunque las causas del siniestro todavía se desconocen, desde Carrizales y El Hondo señalaron que todo apunta a que el incendio pudiera ser fortuito, al declararse próximo a una carretera. Sin embargo, en esta zona muchos agricultores acostumbran a quemar el cañar para que circule mejor el agua de los azarbes, con quemas autorizadas y en la mayoría de los casos controladas.