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Un botón para no estar nunca solo

Más de 1.700 mayores de 70 años cuentan con un dispositivo para pedir ayuda y a menudo compañía

Un botón para no estar nunca solo

«¿Qué farmacias hay de guardia?». «¿Puedes llamar a mi centro de salud para pedirme cita?». Son algunas de las preguntas que resuelven a diario los operadores de Cruz Roja que atienden a cualquier hora las llamadas de vecinos que tienen en sus casas dispositivos de teleasistencia, y que no siempre, afortunadamente, los utilizan por emergencias reales. Ese «botón rojo» para pedir ayuda está en 1.591 viviendas de Elche en las que viven personas mayores de 70 años que no tienen compañía o que residen con otras en su misma situación, con movilidad reducida o dificultades para comunicarse si tienen una urgencia. Son, en total, 1.716 usuarios, según los datos de final de 2015, a quienes se presta esta asistencia en convenio con la Diputación de Alicante y los ayuntamientos de Elche y Torrevieja de manera particular.

El funcionamiento es sencillo. Un dispositivo a modo de teléfono móvil gigante, con altavoz y micrófono que se activan desde el momento en que se pulsa el botón. Otro colgado al cuello, resistente al agua para que se pueda meter bajo la ducha y que permite activar la alarma sin desplazarse hasta el terminal, para evitar que una caída suponga pasar horas en el suelo hasta que algún vecino o familiar se da cuenta. Las emergencias de verdad, con todo, no son más que el 5% de las llamadas que se efectúan, según sostienen desde Cruz Roja.

La línea telefónica recibe llamadas las 24 horas del día y 365 días al año. Las de la mañana suelen ser por caídas o para pedir ayuda para gestiones. Las de la tarde, sin embargo, entroncan muchas veces con la soledad y el ánimo bajo de quienes se sienten muy solos y quieren compañía. Un rato de charla, tener a alguien al otro lado del altavoz, es muchas veces lo que buscan. «Apenas un 5% de los casos son emergencias reales; el resto son avisos como "me encuentro mal", peticiones como "llama a mi hija para que me llame" cuando no recuerdan el teléfono o comprobaciones para asegurarse de que estamos aquí», cuenta desde la central de Alicante María José Bautista, responsable provincial de Personas Mayores.

Si no contestan o no logran exponer lo que les ocurre, los operadores de Cruz Roja contactan con los teléfonos de familiares o la red de apoyo designada por cada uno de los usuarios. Los casos en que no se recibe respuesta más allá del sonido ambiente son los que pueden resultar más urgentes, y activan de inmediato una unidad móvil de Cruz Roja que presta una primera atención, que aporta información y determina si puede ser necesaria una ambulancia o una llamada a Policía Local y a Bomberos para que se abra rápidamente la puerta de la vivienda.

En Elche, en el año 2015 (y a falta de contabilizar los últimos días del ejercicio), se registraron 94 salidas de la unidad móvil por emergencias reales. La mayoría, caídas de las que no podían levantarse o avisos de síntomas que es necesario valorar en persona.

«También se dan crisis de angustia y de soledad, a veces llaman para hablar un rato, y saben que el teléfono está aquí para lo que necesiten», expone la responsable de la ONG. Piden a alguien que les acompañe al médico, o que un voluntario les haga alguna gestión en la calle... Les resulta muy útil, dice el personal de Cruz Roja, pedir que alguien les eche una mano.

Vínculo

El vínculo se hace estrecho porque, además de los contactos telefónicos, se les llama al menos una vez al mes para saber cómo están; aunque muchas veces la llamada sirve para sondear su estado de salud y las condiciones en las que pueden valerse por sí mismos. Con el mismo objetivo van a verles personalmente voluntarios de forma periódica, para plantear si el seguimiento debe ser más frecuente o para alertar a Servicios Sociales si en cada caso concreto se detecta que necesiten recursos más intensivos, porque hayan empeorado.

La asignación de estos dispositivos la determina el Ayuntamiento a través de la Concejalía de Bienestar Social, que tiene entre los requisitos que sean personas mayores de 70 años que vivan solas o acompañadas de otras en riesgo similar (ya sean también mayores o padezcan alguna enfermedad o situación de incapacidad) y con recursos económicos limitados. Con esos mimbres, Cruz Roja atiende a 9.578 usuarios en la provincia, a través de 8.756 terminales instalados en sus domicilios9.578 usuarios en la provincia.

Al margen de esos criterios, cualquier particular puede también contratar el servicio directamente con Cruz Roja (con un coste de 25 euros al mes), una opción por la que optan personas también jóvenes recientemente operadas, que han sufrido accidentes, o familias que se hacen cargo de mayores. En Elche hay 137 de estos dispositivos contratados de forma particular.

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