Después de estar dos años en el paro Joana Lorenzo decidió ponerse al frente de su propia cafetería, ubicada en pleno centro de Elche. Al principio, confiesa que fue toda una aventura, pero ahora, tres años después, empieza a dar resultados. Para levantar un negocio en plena crisis ha tenido que calentarse mucho la cabeza, ya que en la actualidad, levantar la persiana, le cuesta alrededor de 100 euros al días, 36.500 euros al año, sumando alquiler, dos autónomos, el suyo y el de su pareja, luz, agua, seguros, e impuestos, entre otros gastos.
Tenía experiencia en el sector de la hostelería pero confiesa que «me costó acostumbrarme a llevar yo el negocio, pero ya tengo a mi clientela, buena relación con mis vecinos, y estamos contentos, saliendo adelante cada día».
«Vamos peleando y buscando la manera de abaratar los costes. Empezamos pagando una factura de 800 euros de luz, y ahora la hemos logrado rendir a 500 euros», explicó la emprendedora.
Junto a ella trabaja su pareja, Rubén Ferrando, que también está dado de alta como autónomo, pero su sueño es «poder contratar a alguien más, para no tener que trabajar tantas horas, pero, por el momento, tendremos que aguantar sólo los dos. Mi objetivo es mejorar cuando cumplamos cinco años». Mientras tanto, esta autónoma lucha cada día contra la guerra de precios.
