Los colegios de Elche se convirtieron ayer en la alegría del Carnaval. Multitud de disfraces de todas las temáticas inundaron los patios de los centros educativos para brillar con luz propia en cada una de las fiestas organizadas. Una celebración que ha ido ganando adeptos en las aulas, según el profesorado, ya que los carnavales han supuesto un aliciente para potenciar la creatividad de los alumnos y la implicación de los padres en las manualidades.

De esta forma, los disfraces artesanos y de elaboración propia se transformaron en los reyes del Carnaval, después de varias semanas de preparativos, tanto en clase, como en casa. Así, las pasarelas, las coreografías y las escenificaciones llenaron ayer por la tarde de ambiente los colegios y también se dejaron notar en algunas plazas de la ciudad, como la Glorieta o la Plaza de Castilla. A modo de ejemplo, los alumnos del «Reyes Católicos» organizaron un baile inspirado en los musicales más populares de temas como «Disney», «Grease», «Mamma Mía», «Sonrisas y Lágrimas», «Frozen»...

En el Camp d'Elx, el colegio San Antonio de La Hoya celebró un pasacalles y llenó las calles de la pedanía de colorido y de ritmo. El centro ha seguido este año la temática de la historia de las Olimpiadas, con disfraces de abanderados, deportistas de todas las modalidades, animadoras, medallas, jueces y árbitros, mascotas...

Otros, como es el caso del colegio Casablanca, realizaron un desfile con disfraces de películas de ciencia ficción y los emoticonos del «WhatsApp». Tras la fiesta, llegó el turno de la merienda, como ocurrió en otros centros escolares, en los que también se involucraron los padres.

Así, los disfraces más clásicos como los superhéroes, los piratas, las princesas y las brujas volvieron a triunfar en el Carnaval ilicitano, aunque también hubo quienes apostaron por los personajes más de moda de dibujos animados.