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Vicente Verdú

«Elche ha sido una ciudad con poca inclinación hacia la cultura y más preocupada por los negocios»

El artista ilicitano volverá a traer su obra pictórica para exponerla en una muestra en la localidad

«Elche ha sido una ciudad con poca inclinación hacia la cultura y más preocupada por los negocios»

Vicente Verdú se sorprendía ayer por haber recibido nada más y nada menos que a través de Facebook una invitación por parte del Ayuntamiento de Elche con el objetivo último de que los ciudadanos conozcan de nuevo parte de su obra pictórica. Él y el alcalde, Carlos González, se reunieron ayer para tratar de organizar una exposición en la ciudad que lo vio nacer. La invitación fue cursada antes de que Verdú fuera seleccionado para la 51 edición del Premio Reina Sofia de Pintura y Escultura, organizada por la Asociación Española de Pintores y Escultores y que mañana se falla.

¿Qué supone exponer en casa?

Expuse aquí hace cinco años, en el Centro de Congresos, y fue una exposición muy bonita, guardo un gran recuerdo. Desde entonces hasta he expuesto en Macao, Shanghai... en muchas partes del mundo. En aquel entonces era un principiante en este ejercicio de exposiciones, pero, para mí, esto es como un colofón, es decir, cuando uno viene a su pueblo y es bien recibido, para mí es enormemente satisfactorio. Vamos a ver si encontramos un momento para volver a exponer. No tenemos prisa. Contar con esa oportunidad para mí ya es un regalo.

¿Ha dejado de lado un poco el oficio de escritor?

He batallado tanto con la escritura que, después de tantos años de esfuerzo para escribir mejor, he llegado a un punto, digamos hace diez años, que ya no es una penalidad escribir, sino una satisfacción. Lo paso bien escribiendo. He tenido la oportunidad de hacer pintura y de escribir y he llegado a la conjunción perfecta en estos dos aspectos. Escribo y me canso y en cambio estoy en buena predisposición para pintar. La escritura tiene unas reglas muy severas, muy estrictas. La pintura en cambio para mí, en el caso de la abstracción, es un juego. Al entrar en mi estudio es como si accediera a un cuarto de juego de niños. Y luego he tenido la recompensa de que esos cuadros que hacía con tanta ilusión luego han sido aceptados por la crítica, por coleccionistas suizos alemanes o por expertos en Bellas Artes. He vendido cuadros que no pensaba que pudiera darse ese caso. Ha sido una cadena de sorpresas que agradezco mucho a la vida.

¿Cómo ve desde la distancia a Elche?

He sido a veces crítico con Elche. Nací en la calle Carmen, es decir, he sido muy del pueblo. Mi padre trabajó aquí en los años mejores de su vida y me he sentido muy entrañado. Pero a su vez también he encontrado cosas que faltaban aquí. Elche ha sido una ciudad muy poco inclinada a la cultura y más en favor de los negocios. No ha tenido un patrimonio arquitectónico importante. Traer los turistas aquí es por la arquitectura de las palmeras, pero poco más y en ese sentido siento que no tengamos un patrimonio arquitectónico que no merezca más la pena. Cuando me doy un paseo por la ciudad y veo cafeterías y establecimientos que tenía como punto de referencia de mi ciudad y que han sido sustituidos por comercios más efímeros, encuentro que hay un proceso de descaracterización del pueblo. Aunque por encima de todo te digo que, cuando vengo de Madrid y me he encontrado con ese paisaje de las palmeras, me parecía una fantasía encontrar ese oasis. Yo me compré un campo donde quería habilitar una nave para pintar y también porque me agrada el campo de Elche, que es muy bonito. Tanto que hablan de l'Empordà o La Toscana... que vengan aquí y vean Elche, con esas palmeras picoteando el horizonte, la sierra de Elche y la sierra de Crevillent.

¿Cómo ve el contexto nacional? ¿Hacia dónde vamos?

Nunca he escrito de política ni me ha interesado profundamente, pero sí mucho como ciudadano. Pero nunca he sido tertuliano, columnista de opiniones políticas. Pero ciertamente nos encontramos en una especie de estancamiento por un lado y, por otro que, por mucho que uno se rompa la cabeza, y yo no me la rompo tanto, pero los que se la pueden romper con autoridad tampoco encuentran por dónde se va a salir.

¿Iremos a elecciones?

No lo sabe nadie, pero creo que esa coalición que proponía el expresidente Felipe González y demás pues no es descabellada. Pero, claro, con ese odio que se tiene a Rajoy, se tendría que cambiar de candidato. En fin, cosas intrincadas en las cuales no soy nada capaz de apreciar una salida.

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