La Universidad Miguel Hernández de Elche estudiará cómo adecuar el hábitat con el que mejorar las posibilidades de crecimiento de un pato en peligro de extinción, según ha anunciado la institución académica este lunes.

Así, la Oficina Ambiental de la institución, el proyecto se desarrollará de la mano del grupo de Ecología del Departamento de Biología Aplicada de la propia universidad, y analizará qué medidas adoptar en los entornos de cría de la 'malvasía cabeciblanca' en el sureste de la península ibérica.

El programa se denomina "Adecuación y conservación de nuevos hábitats para la malvasía cabeciblanca en el sureste ibérico" y pretende recabar información sobre la situación actual de estas aves, identificar y evaluar la percepción social y la presencia de amenazas directas sobre la colonización o persistencia de la especie.

El proyecto recogerá información con el fin de elaborar una guía de recomendaciones para la gestión de la especie, a partir de los resultados en las encuestas de percepción social y amenazas detectadas en los humedales del sureste ibérico. Este peculiar pato buceador presenta un aspecto inconfundible, con una cola larga y afilada, que suele mantener erguida y una voluminosa cabeza acabada por un robusto pico.

Se trata de una especie con una población muy escasa y localizada, ha explicado la UMH que en la década de los años 70 se circunscribía a unas pocas decenas de ejemplares confinados en unas lagunas del sur de Córdoba, lo que habría supuesto su completa desaparición del territorio.

No obstante, en la actualidad, aunque su recuperación es positiva, gracias a planes de conservación, todavía está sujeta a numerosas amenazas. Esta especie se instala en humedales naturales o artificiales de aguas limpias y algo salobres. Durante el periodo reproductor precisa de una cobertura de abundante vegetación como carrizos o eneas.

Pato buceador

Se trata de un pato buceador que necesita zambullirse en el agua para obtener su alimento, constituido principalmente por plantas acuáticas, de las cuales ingiere tanto las partes verdes como las semillas. Esta especie, también, consume una cierta variedad de invertebrados, en especial larvas de insectos acuáticos, moluscos y crustáceos. El periodo reproductor de la malvasía cabeciblanca se extiende entre los meses de marzo y septiembre.

Una vez instalados en sus habituales lugares de cría y, ya con el plumaje nupcial completamente desarrollado, los machos de malvasía se tornan bastante territoriales y agresivos hacia otros ejemplares de su mismo sexo. La hembra deposita entre los meses de mayo y julio de 5 a 10 huevos de color blanco moteado, que incuba durante 25 o 26 días, pasados los cuales nacen los pollos.

Este proyecto de la UMH se desarrollará a lo largo del año y cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad.