La Asociación de Productores y Comercializadores de Granada Mollar de Elche no ha tenido solo que demostrar a la Unión Europea, el Ministerio y a la Conselleria de Agricultura que la Granada Mollar de Elche es distinta a otras variedades como la «wonderful» o la «valenciana», sino que ha tenido que demostrar también que es diferente del resto de variedades mollares que se producen en otras zonas. Para eso han hecho falta años de trabajo y, en la última fase, una memoria técnica en la que se describen las particularidades de un fruto que desde el martes tiene definitivamente concedida la Denominación de Origen Protegida a nivel europeo.

El objetivo, como ha reiterado el presidente la asociación, Francisco Oliva, es que los consumidores elijan la variedad autóctona del sur de Alicante, que la prefieran a otras y para comenzar que la distingan. Para eso estarán los controles de calidad, las inspecciones que llevarán a cabo los «veedores» en los campos y en las naves de distribución para auditar la calidad de las granadas a las que se les ponga la etiqueta con la marca «Elche» (que tienen que corresponder a la especie «Punica Granatum L.» y ser de categoría «Extra» y «I»). Pero... ¿cuáles son sus características diferenciadoras?

Uno de los primeros retos: La barrera del color externo

La granada de variedad mollar de Elche se caracteriza por fuera por una corteza entre fina y media, lisa y brillante, que tiene una de sus caras de color crema y otra más rojiza, pero sin presentar el intenso color rojo de otras variedades que pueden resultar más llamativas a la vista y que los consumidores pueden elegir si se dejan guiar sólo por el aspecto. El Consejo Regulador no admitirá frutos afectados por podredumbres ni alteraciones, ni inferiores a un calibre mínimo que se determinará por el peso unitario de cada fruto, excluyendo los que no alcancen los 125 gramos.

Características organolépticas

Las semillas del fruto están recubiertas por una pulpa jugosa que oscila del rosa intenso al rojo, también a diferencia de otras variedades que son más blancas (por lo que, al abrir el fruto, es por dentro más llamativo que otros que tienen su punto fuerte en el exterior). El piñón es blando, por lo que se puede comer con mayor facilidad. La pulpa es algo astringente y sobre todo se caracteriza por tener un sabor excepcionalmente dulce.

Cuarenta municipios en tres comarcas de Alicante

Solo podrán etiquetarse como«Granada Mollar de Elche» o «Granada de Elche» las cosechadas en los 27 municipios de la Vega Baja, los tres del Baix Vinalopó y los diez de L'Alacantí. Aunque Asaja sugirió ampliar la DOP al Vinalopó Mitjà, el pliego con el que se comenzó a trabajar hace ya siete años no lo contempla (sin perjuicio de que en el futuro se pudiera modificar cumpliendo los cauces y trámites). Las escasas precipitaciones, el elevado nivel de radiación por el bajo porcentaje de días nublados y el periodo seco que acompaña al desarrollo del fruto (de junio a septiembre) le aportan cualidades diferenciadas, y son responsables del color rojo de su zumo.

Las características edáficas

La mayor parte de las parcelas destinadas al cultivo de granado tienen suelos de textura «franco-arcillosa», con un elevado nivel de PH (8-9), carbonatos (en torno al 45,76%) y caliza activa (10%), muy superiores a los de otras regiones de producción, hasta el punto de que las sales del suelo y las aportadas por el agua de riego suponen argumentos diferenciadores.

Prácticas de cultivo y obtención de la variedad

El 85% de las plantaciones de granada de España se concentran en la provincia de Alicante. La variedad mollar ha sido cultivada de forma exclusiva hasta hace pocos años y se ha obtenido mediante la selección de los agricultores durante décadas de las plantas que daban mejor calidad y se adaptaban mejor al clima y al suelo, multiplicándolas mediante injerto o estaquilla. Los agricultores de la zona han desarrollado técnicas de cultivo para optimizar la cosecha que consisten en realizar la poda de formación o mantenimiento del árbol, el control (principalmente por medios mecánicos) de sierpes, y el aclareo manual de frutos en desarrollo (en varios pases) para minimizar la incidencia de plagas, homogeneizar el color y el tamaño. El manejo del riego permite tras muchos años de experiencia mejorar el cuajado o disminuir el rajado.

La recolección se adelanta con respecto a otras zonas

La fecha de madurez comercial se determina por el contenido del zumo en azúcares (que ha de ser superior a 14º Brix) y porque la piel ha pasado a color crema y no presenta tonos verdosos. El momento óptimo para el corte llega en la primera semana de octubre con pequeñas variaciones, dependiendo de las temperaturas máximas diurnas y nocturnas durante el periodo de cambio de color. Esa fecha es anterior a las zonas septentrionales o con mayor altitud. La acidez (rango de 0,18 a 0,24 en porcentaje de ácido cítrico) se equilibra con los azúcares y da un sabor dulce característico.

Envases de hasta diez kilos y conservados entre 4 y 8 grados

En la documentación presentada por la asociación para solicitar la DOP se concreta que el envasado y el acondicionamiento del fruto se han de hacer dentro de la zona geográfica protegida para evitar su deterioro, manipulaciones excesivas o incorrectos transportes. Se permitirá cepillar los frutos con cerdas blancas sin romper la «corona» (el extremo opuesto a aquel del que cuelga el fruto en el árbol) y el mantenimiento ha de ser siempre entre 4º y 8º centígrados. Se establecen dos tipos de envases; los de menos de cinco kilos y hasta un máximo de diez.

Contraetiquetas con clave alfanumérica de un solo uso

La Granada Mollar de Elche destinada al consumo deberá identificarse con una contraetiqueta con una clave alfanumérica colocada en la envasadora que permita asegurar la trazabilidad y que será expedida por el Consejo Regulador a los operadores que cumplan los procedimientos y los requisitos de calidad.