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Detectan que el campo «tira la toalla» contra el picudo rojo

El Ayuntamiento aprecia falta de cuidado en cultivos de palmeras privados

Tan complicado como ponerle puertas al campo. Ese es el reto que se plantea el Ayuntamiento al intentar vigilar y contener la presencia de picudo fuera del perímetro del Palmeral histórico, en los huertos de palmeras de propiedad particular, terrenos de viveros y productores y casas o parcelas familiaresfuera del perímetro del Palmeral histórico. Mientras el Ayuntamiento intensifica la prevención y el tratamiento en palmeras afectadas por el escarabajo en sus terrenos, poco efectivas serán las medidas si la plaga campa a sus anchas por los huertos del Camp d'Elx, cuyo mantenimiento corresponde en la inmensa mayoría a los propietarios particulares. Dado que el escarabajo poco sabe del perímetro protegido y aún menos de las fronteras entre municipios, la política que estén siguiendo contra él en las poblaciones que lindan con Elche afecta también a la persistencia de la amenaza.

Con esto en mente, -y otros desafíos como reducir al mínimo la construcción en huertos de palmeras o regular los usos permitidos y los oficios relacionados protegidos- se plantea el Ayuntamiento la necesidad de impulsar junto con la Generalitat Valenciana cambios normativos. Comenzando por la Ley del Palmeral, que data de 1986 (y es previa a la aparición del picudo e incluso anterior a la declaración del Palmeral como Patrimonio de la Humanidad), pero sin olvidar el Plan de Protección del Palmeral (que el PP envió para su aprobación autonómica en la legislatura pasada pero el tripartito quiere «revisar» recuperando los planteamientos de 2007) y un nuevo Plan de Usos y Gestión del Palmeral, que tendría que venir a regular qué se puede hacer dentro de un huerto de palmeras y cómo debe hacerse.

Para eso se creará, según anunció ayer el concejal de Medio Rural, Antonio García (Compromís), un grupo de trabajo con técnicos y participación de los agentes sociales interesados e implicados, entre los que figurará Volem Palmerar, representado ayer por Vicent Sansano. Esa norma tendrá que regular si las construcciones históricas, los oficios asociados al palmeral, los productos agrícolas que en ellos se cosechan y otras costumbres asociadas se mantienen y de qué manera para intentar obtener del Palmeral un beneficio social y económico -por ejemplo a través del turismo- que redunde en la ciudad.

Apercibimiento

La técnico Maite Ruiz y el edil Antonio García coincidieron ayer en señalar el desafío que supone mantener bajo control la plaga en el campo, donde la Conselleria ha intensificado el envío de cartas en las que apercibe a los propietarios de palmeras sin tratamiento de que la falta de cuidado puede conllevar multas de 3.001 a 120.000 euros, al amparo de la Ley de Sanidad Vegetal, recordando también que el consistorio ofrece «cheques verdes», ayudas económicas para el tratamiento de palmeras afectadas.

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