Los representantes del Comité de Empresa del Hospital del Vinalopó ofrecieron ayer una contundente rueda de prensa en la que alertaron de que la plantilla está agotada por exceso de carga de trabajo y exceso de horas y que eso repercute directamente en la calidad de la atención sanitaria que se presta a los pacientes. Portavoces de los distintos sindicatos han «estallado», dicen, al recibir como una falta de respeto la última propuesta de la empresa en la negociación del convenio colectivo, en la que les plantean bajar de siete días de asuntos propios a cuatro y reducir las otras 21 horas de su cómputo de horas anuales (lo que para ellos no es más que impedir que escojan esos días libres, además de que según dicen muchos trabajadores dejan de pedirlos porque saben que no serán sustituidos y su libranza repercutirá en los compañeros).
Aseguran que los trabajadores en jornada ordinaria del Hospital del Vinalopó están trabajando 1.826 horas al año, en contraste con las 1.549 que trabajan sus compañeros del Hospital General de Elche. Ambos son públicos, aunque el del Vinalopó de gestión privada, por lo que plantean que se gestiona como un negocio que se lleva con un 40% menos de trabajadores para una población similar y en el que se les «exprime» hasta el punto de que quienes realizan atención continuada (médicos que hacen guardias, por ejemplo), alcanzan las 2.141 horas al año y que incluso las superan en 200 o 300 más, pasando así sobre los límites que marca la ley.
Añaden que ese exceso de trabajo y horario repercute directamente en falta de descanso del personal y en desmotivación o síndrome de «burnout», algo que se traduce en una peor asistencia a los pacientes por las condiciones de trabajo. En este sentido, aseguran que hay trabajadores que renuncian a sus contratos indefinidos por no poder soportar la condiciones de trabajo y sostienen que se demuestra en una encuesta de riesgos psicosociales que elaboró el Hospital en mayo mediante un cuestionario que respondió el 40% de la plantilla. En las conclusiones de ese test se aprecia, sostienen, un riesgo «muy elevado» por carga de trabajo en secciones como Hospitalización o Críticos (Urgencias y UCI) donde dicen que es «insostenible».
Quejas
Añaden que han puesto estas cuestiones en conocimiento de los gestores del Hospital y del nuevo comisionado de la Conselleria de Sanidad, quien les ha dicho que sólo puede actuar ante quejas ciudadanas de pacientes, pero subrayan que el personal trabaja para evitar esas quejas puesto que les repercuten en una parte variable de su sueldo. Añadieron también que han puesto dos denuncias ante Inspección de Trabajo por no entregarles las planillas de horarios para 2016 a tiempo o por un exceso de horas en Admisión (con jornadas de hasta 14 horas).
En la rueda de prensa de ayer participaron el presidente del Comité de Empresa, Alejandro Cerezola, miembros de la mesa de negociación como Jesús Monera, Raúl Rodríguez, Santiago Diéguez, Mónica Marhuenda, Raquel Martínez o Miguel Ángel Yankowich (secretario), que alertaron de que este es el sistema que la empresa pretende extender a los demás hospitales de gestión privada de la Comunidad, en los que se atiende a entre un 20% y un 30% de la población, cerca de un millón de valencianos. El del Vinalopó, consideran, es el más reciente y por tanto una especie de banco de pruebas.
