Un agente de Policía Nacional de la Comisaría de Elche admitió ayer ante el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de la localidad un delito de maltrato y otro de coacciones cometidos contra su pareja, al reconocer que le golpeó en la cara y que trató de impedir después que llamara a la Policía. La mujer, por su parte, también fue denunciada por el agente y reconoció en el mismo acto dos delitos, uno de maltrato hacia el hombre (a quien admitió haber golpeado también, si bien él no presenta lesiones y ella sí aportó un parte médico) y otro de revelación de secretos, puesto que le quitó y revisó el teléfono móvil en el transcurso de una disputa por celos.
El hombre pasó ayer a disposición judicial tras haber sido detenido en la mañana del domingo por compañeros del Cuerpo Nacional de Policía a raíz de que un vecino llamara a emergencias al escuchar la pelea y a la mujer pidiendo que «no le pegara más». Los hechos, al parecer, se produjeron en el domicilio del policía.
La pena impuesta por los delitos de maltrato y coacciones se complementa para el agente con una prohibición de tenencia y porte de armas, por lo que tendría que pasar a desempeñar tareas no operativas dentro de la Comisaría, sin perjuicio de las decisiones disciplinarias que se puedan tomar a nivel interno contra él.
Pese a que al agente no le constaban reseñas de antecedentes policiales, sí constaba judicialmente una condena previa por amenazas en virtud de la cual, según fuentes judiciales, ya habría sido detenido en otra ocasión hace un año. En cualquier caso y a efectos de la calificación de los hechos juzgados ayer, dicho antecedente no resultaba computable.
