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Daños colaterales de un mercado sin vida

El comercio y la hostelería del entorno de la plaza de las Flores sufren un bajón de clientes

Comerciantes y hosteleros proponen mejorar la iluminación de la plaza de las Flores. sergio ferrández

Ocho meses después de que la mayoría de los placeros del Mercado Central cruzaran el río para instalarse en el inmueble provisional, el comercio y la hostelería de la plaza de las Flores y las calles adyacentes hablan ya de daños colaterales.

El descenso de clientes es visible para la mayor parte de los negocios del entorno del viejo mercado, donde apenas trabajan unos catorce puestos. Negocios con las persianas bajadas conviven con locales abiertos que tienen la vista puesta en el futuro del proyecto que dejó adjudicado el anterior equipo de gobierno de Mercedes Alonso. Una decisión que contó con el rechazo de la oposición, sindicatos y plataformas, pero tuvo el apoyo de unos cincuenta placeros que se marcharon al otro lado del Vinalopó .

Mientras, los comerciantes y hosteleros de la plaza de las Flores están en vilo por la incertidumbre que rodea el futuro de sus negocios. «Estamos preocupados, en nuestro caso las ventas han caído un 20% desde que se produjo el traslado de los vendedores. Antes, la gente que venía a hacer la compra al mercado aprovechaba y entraba a la tienda», apunta Conchi Martínez, encargada de un establecimiento de moda. Ella, al igual que una parte de los comerciantes de la zona, defiende que les ha influido negativamente que se hayan ido los placeros. «Sólo con que en las antiguas instalaciones hubieran albergado una mejora, similar al provisional, hubiera sido suficiente, no hace falta grandes obras para renovar el mercado», explica la comeciante.

Sin entrar o no en la necesidad de contar con un proyecto de derribo o de reforma, el propietario de otra tienda de ropa, Antonio Tamarit, muestra su preocupación «porque no se ponen de acuerdo y tienen que mirar también cómo estamos los de alrededor que hemos sufrido bastante la pérdida de clientes», además de incidir en la importancia de «apoyar al centro porque todo ha influido negativamente a nuestros negocios, además de tener que soportar unos alquileres muy altos».

Menos desayunos

Mientras, en el sector de la hostelería, desde algunos de los locales que sobreviven a la situación, también coinciden en estar sufriendo los efectos negativos de la escasa actividad que mantiene el antiguo Mercado de Abastos. «La gente que iba a comprar aprovechaba y se quedaba a tomarse un café o una cerveza. Lo hemos notado mucho en los desayunos y al mediodía», explica Francisco Javier, desde su bar, situado en la plaza de las Flores.

Por otra parte, el propietario otro establecimiento abierto en la plaza de las Flores, que también ha notado el bajón de la zona, cuantificó en un 40% el descenso de las ventas. «Cuanto antes empiecen las obras mejor, necesitamos que le den una vuelta a esto o el comercio se hunde», afirma Julio García desde una tienda de multiprecios, quien añadió la importancia de contar con un Mercado Central con aparcamientos para atraer a la gente.

Así, pese a las diferencias entre los que, por un lado, aplauden la idea de derribar el actual edificio y construir un parking soterrado y los que, por otro lado, prefieren una remodelación, los comerciantes y hosteleros de la zona coinciden en la necesidad de volver a la normalidad, que se llegue a una solución y que comiencen las obras para reactivar uno de los núcleos más importantes de la economía ilicitana.

Y es que, el actual panorama, junto a los altos alquileres, el descenso de las ventas, la jubilación de algunos propietarios de negocios, etc, ha influido en que señalados comercios del centro histórico que rodean el antiguo Mercado Central no hayan soportado el revés para sus negocios y hayan tenido que cerrar.

Por otra parte, en esta misma zona, los comerciantes y hosteleros insisten en que la falta de iluminación de las farolas tampoco ayuda a atraer clientes a la plaza de las Flores por las tardes, que aún hay menos movimiento por la calle, ya que el mercado no abre.

Situación actual

De esta manera, en mitad de la polémica por la renovación de las antiguas instalaciones que viene de muy lejos, el 2016 ha comenzado con la amenaza de los vendedores del edificio provisional con denunciar al Consistorio por demorar la ejecución del proyecto, pese a que lleva meses adjudicado. Frente a ello, el tripartito se ha visto forzado a crear una comisión técnica con ediles y funcionarios para analizar el devenir del Mercado, cuando están a punto de conocerse los informes de los técnicos del Ayuntamiento sobre las soluciones a las deficiencias del proyecto. No obstante, el ejecutivo local no ha garantizado la realización del proyecto pese a que los informes municipales sean favorables.

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