¿Qué diferencias hay entre el consumidor español y el chino?
El consumidor chino es aquel que busca en el acto de compra la realización personal y el desarrollo de un estilo propio, es decir, quiere diferenciarse a toda costa de los demás. Es muy sensible a las marcas y está constantemente conectado con otros consumidores a través de las redes sociales. Las opiniones, los comentarios y el hecho de compartirlos en las redes sociales se han convertido en práctica habitual para cada estado del proceso de compra. Además es racional, muy metódico y nada compulsivo. Pensemos que los turistas que vienen a España con el objetivo de ir de compras, el 90% sale del país con una idea de lo que quiere comprar y el 38% sabe exactamente la marca y el producto que va a comprar.
¿Se deben fabricar productos diferentes para cada mercado?
Sí y no. Como comentábamos antes el consumidor chino es muy diferente al consumidor occidental, por lo tanto debemos tratar de adaptarnos en cierto modo a sus gustos. Esto lo hemos podido comprobar en muchas marcas del sector alimentario que han acercado el gusto de sus productos al de la cultura china. Sin embargo, desde nuestro punto de vista y desde el ámbito de aquellos productos que no se pueden adaptar, se debe realizar un esfuerzo por educar al consumidor. A través de las redes sociales los consumidores podrán aprender sobre las cualidades, el valor añadido e incluso el uso de los productos que queramos ofrecerles.
