Detectar los síntomas del paciente ante cualquier sospecha de meningitis bacteriana y aplicar el tratamiento de manera inmediata es crucial, según el doctor Gutiérrez, para los hospitales a la hora de enfrentarse a una infección que en algunos casos puede llegar a ser mortal.
¿Qué tipo de meningitis hay y cuáles son las más virulentas?
Fundamentalmente hay meningitis por bacterias y por virus, aunque otros microorganismos de otros grupos también pueden producirlas, pero la inmensa mayoría son producidas por bacterias o por virus. Las más graves y las más temidas son las meningitis por bacterias, que pueden ser mortales en algunos casos.
¿Cómo se puede diferenciar entre una y otra?
En las meningitis por bacterias los síntomas de presentación de la enfermedad son más graves. Pero a veces no es fácil diferenciarlas, sobre todo al principio. Hay signos y síntomas que pueden indicar al médico que es más probable que se trate de una meningitis bacteriana.
¿Cuáles son esos síntomas?
Los más comunes son fiebre muy alta con dolor de cabeza intenso y vómitos, que por otra parte son bastante inespecíficos, ya que pueden manifestarse así muchas otras infecciones. La aparición de una manchas características en la piel y, sobre todo, la alteración de la conciencia y otros síntomas que indican gravedad, alertan a los médicos sobre la posibilidad de una meningitis.
¿Cuáles son las bacterias que producen la meningitis bacterianas?
Dentro de las tres principales causas de la meningitis bacteriana está el meningococo, el neumococo y el hemophilus, sobre todo en los niños. De esas tres, el meningococo es el que con más frecuencia puede manifestarse con una erupción cutánea. Sin embargo, el hecho de que no aparezcan manchas tampoco descarta que estemos ante una meningitis bacteriana.
Ante una sospecha de meningitis, ¿qué deben hacer los médicos?
Si por esos síntomas los médicos tienen una sospecha de que puede haber meningitis, hay que hacer un estudio del líquido cefalorraquideo para diferenciar si se trata de una meningitis vírica o bacteriana. Es el líquido que está alrededor del cerebro, que baña todo el tejido cerebral y que circula dentro de las meninges. Al analizar ese líquido se puede confirmar el diagnóstico. Además, al ver sus características se puede hacer un diagnóstico diferencial entre meningitis bacteriana y vírica. Y después podemos identificar el microbio que la produce.
¿Qué tratamiento debe indicarse para esta patología?
Para la meningitis bacteriana el tratamiento debe iniciarse lo antes posible, de una manera inmediata si es posible. Por eso es importante que el diagnóstico sea lo más precoz posible. La mayor parte de meningitis por virus suelen tener un curso benigno y generalmente no requieren tratamiento.
¿Los tratamientos preventivos son eficaces para evitar los contagios?
Esto depende de la bacteria concreta que produce la meningitis bacteriana. Se pueden evitar mediante las vacunas y,si hay exposición a algún caso, administrando precozmente antibióticos a la persona sana que se ha expuesto ante un caso contagioso. Si es un meningococo el que ha generado la meningitis sí que es necesario una profilaxis antibiótica a los contactos y sí que es muy eficaz. Si es por hemophilus también se debe hacer profilaxis antibiótica a los niños. Pero si es un neumococo, no hay ninguna evidencia de que dando antibióticos a los contactos podemos evitar que se produzca una infección. Pero, este microorganismo es difícilmente transmisible.
¿Debe preocupar esta patología a los padres?
Casos esporádicos de la meningitis siempre ha habido, algunos tienen un curso desgraciadamente rápido y fatal, pero afortunadamente la mayoría se pueden diagnosticar y tratar a tiempo. De las meningitis bacterianas, uno de los grandes cambios que se han producido en los últimos años es la introducción de vacunas preventivas que son muy eficaces frente a la mayoría de las tres principales bacterias que producen meningitis. De hecho, actualmente las meningitis bacterianas son muy poco frecuentes. Un sólo caso no debe generar alarma, estamos en un país con servicios sanitarios eficaces.
