Casi invadida por la maleza, la Ronda Sur presta servicio a diario a miles de conductores desde el pasado mes de marzo, cuando fue abierta al tráfico, y a numerosos vecinos peatones o usuarios del carril bici que cada semana y cada mes se han encontrado con la vegetación un poco más alta y más extendida. Hasta el punto de que los arbustos, sobre todo de especies autóctonas de sosa, se han ido colando entre quitamiedos y saltando vayas, ocultando los árboles plantados para ornamentar el espacio y llegando a invadir algunos puntos del arcén. Para intentar poner solución a esta falta de mantenimiento sostenida en el tiempo será necesaria una actuación intensa, aunque ayer Conservación de Carreteras envió una dotación de operarios a «segar» tímidamente parte de las especies vegetales, algo que al menos podría tener su efecto en la visibilidad de la vía.

La Unidad de Carreteras de Alicante no aclaró ayer a consulta de este diario hasta cuándo se mantendrá la actuación para mejorar el estado de la jardinería en la Ronda Sur, mientras el Ayuntamiento sostiene que por el momento tampoco corresponde hacerlo con medios y personal propios del municipio, puesto que según el concejal Antonio García la carretera no está aún recepcionada. En cualquier caso, no supieron ayer aclarar desde el Ayuntamiento en qué momento cambiará la responsabilidad de manos si cambia, mientras aclaraban que la iluminación de la Ronda Sur o EL-20 sí que corresponde al Consistorio en el tramo comprendido entre el estadio Martínez Valero y el puente que salva el cauce del Vinalopó. Las quejas por el hecho de que algunas zonas resulten demasiado oscuras de noche, que las rotondas den una imagen totalmente silvestre y casi selvática en uno de los principales anillos de acceso a la ciudad y la petición por parte de grupos de oposición de que se dé un mejor mantenimiento a una obra recién estrenada está, por el momento, por contestarse.