Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El calor hunde los precios en el campo al prolongar la producción en Europa

Los agricultores encuentran dificultades para dar salida a las hortalizas y verduras de invierno por la caída de la demanda para exportación

El calor hunde los precios en el campo al prolongar la producción en Europa

El campo espera un frío que no llega y, mientras tanto, se encuentra con que los precios de las hortalizas y las verduras de invierno no dejan de caer. El motivo de ese desplome en los precios de venta, según las organizaciones agrarias, es que las altas temperaturas están permitiendo que otros países europeos como Alemania o Francia sigan produciendo en unas fechas en las que deberían tener sus campos cubiertos de nieve. La consecuencia inmediata es un hundimiento de la demanda para exportación y una consiguiente sobreproducción, que no encuentra salida en el mercado doméstico. Así, las lonjas y subastas en las que los agricultores ponen a la venta directamente sus productos están registrando precios bastante por debajo de lo habitual, según cuenta el delegado de Asaja en Elche, Pedro Valero, quien sostiene que «los mercados están atascados, los países más fríos tienen sus propias hortalizas y consumen menos, así que se saturan los mercados y los precios están bajos». En cualquier caso, espera que en los meses que restan hasta el final de la campaña la situación se normalice: «La campaña es larga, esperamos que de aquí a mayo podamos compensar».

Alcachofas a apenas 0,30 euros el kilo para exportación, coliflores que han llegado a estar a 0,10 euros, brócolis que apenas alcanzan los 0,13 euros cuando se destinan al mercado europeo... Son algunos de los precios a los que los productores se están desprendiendo de sus productos en los últimos días, al encontrarse con que muchos quieren vender al mismo tiempo pero pocos son los que quieren comprar.

Calendario

El calor tiene otras implicaciones que están afectando no sólo a la campaña de invierno sino también al calendario propio de los frutales. Mientras el níspero y el almendro están adelantando su floración -algo que podría acabar con la cosecha si se registra después de forma repentina una bajada de temperaturas-, también otros frutales con hueso como los melocotones, las nectarinas o los albaricoques «están viendo alterado su ciclo vegetativo a lo largo del invierno», según Asaja, lo que tendrá repercusiones en primavera y verano.

La Unió de Llauradors, por su parte, destaca que «las temperaturas medias son mucho más altas de lo habitual y no es bueno para los cultivos», hasta el punto de que la falta de horas de frío podría afectar a la productividad y cualidad de frutas de verano, frutos secos, viñedo y olivar, en opinión de su secretario general, Ramón Mampel.

En concreto, se retrasa la apertura de yemas y los brotes aparecen de forma irregular o dispersa e incluso los cítricos, según creen desde La Unió, pueden sufrir alteraciones en la piel por el efecto del viento. Coincide el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores Asaja, Cristóbal Aguado, quien destaca otra consecuencia directa de la falta de frío: Aumenta la necesidad de riego en los campos, lo que hace crecer los costes al mismo tiempo que se resienten los precios.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats