El municipio ilicitano le debe mucho a lo que se conoce tradicionalmente como el Camp d'Elx. La tradición rural y agrícola continúan teniendo un gran papel en la economía y sigue dejando una importante huella en la cultura de Elche.
Pero además, todo apunta a que la agricultura seguirá teniendo un peso y un avance importantes en los próximos años (aunque dependerá de hasta qué punto estén garantizados los recursos hídricos a esta provincia y también del llamado calentamiento global). No en vano, las más de 7.000 hectáreas cultivadas en el Camp d'Elx dan empleo a cerca de 1.600 personas y han posibilitado la creación de casi 200 empresas.
La agricultura no sólo ha permitido a esta localidad de más de 326 kilómetros cuadrados (Alicante por ejemplo tiene 201, mientras que Orihuela 365) obtener un reconocimiento tal como es ser Patrimonio de la Humanidad, gracias a su majestuoso Palmeral y su sistema de riego, sino que su desarrollo industrial genuino, el calzado, hunde sus raíces en el campo (alpargata), mientras se ha mantenido trabajar el campo y, con la evolución propia y la adaptación a los nuevos tiempos, también se ha generado lo que se conoce como industria viverista.
De hecho, Elche aglutina prácticamente el 44% de la superficie de viveros de toda la provincia. Las palmáceas, distintos tipos de árboles singulares y también plantas ornamentales predominan en el Camp d'Elx.
En este sentido, es fácilmente comprobable cómo se han multiplicado las empresas dedicadas a viveros y a las plantas ornamentales, gracias a las propias características del territorio ilicitano, pero también a los medios técnicos para que llegue el agua y las buenas comunicaciones por carretera para distribuir los productos.
Exportación
Fuentes municipales recuerdan que «la vocación exportadora de la agricultura ilicitana se desprende por el tipo de cultivo que produce, ocupando el primer puesto de la provincia en hectáreas dedicadas a las plantas ornamentales, frutales no cítricos y viveros. Los cultivos más destacados son el granado, los producidos en viveros, el naranjo dulce y el almendro».
«La actividad viverista en Elche adquiere gran importancia no sólo por su extensión superficial (el 44% de la provincia de Alicante) sino también por su valor como producto de exportación; en 2013 en la provincia de Alicante se exportó plantas vivas y productos de la floricultura por valor de casi 23 millones de euros», según el último informe del que dispone el Ayuntamiento ilicitano.
Elche es el tercer municipio de la provincia en extensión de superficie cultivada (7.085 hectáreas) tras Orihuela (13.715) y Villena (11.791), lo que dice mucho del peso del campo ilicitano en el contexto local y provincial, según se recoge en un estudio municipal.
Por otra parte, analizados individualmente los principales cultivos agrarios, según la superficie ocupada, el granado sigue manteniendo su supremacía en la última década.
Cabe subrayar una vez más que el municipio de Elche tiene la mayor extensión de granados de España, con un 33% de la superficie cultivada y la mitad de las hectáreas de la provincia de Alicante, según indican fuentes municipales.
Al granado le siguen esos cultivos en viveros, 810 hectáreas aproximadamente, que son los que mayor crecimiento han experimentado en los últimos años, sobre todo en el ejercicio 2010.
Plantas de recuperación
Palmeras, olivos y plantas de recuperación (frutales que ya no sirven para uso agrícola o árboles que ya han sido arrancados por falta de rentabilidad agraria y que se recuperan para uso ornamental), plantas pequeñas, flores, etcétera son otros de los productos más frecuentes en tierras ilicitanas.
En tercer puesto se encuentra el naranjo dulce con 671 hectáreas, manteniendo muy estable su superficie cultivada durante todo el último decenio, aunque tiene una leve tendencia a disminuir, indican las mismas fuentes.
Pero no todo son buenas noticias. El almendro, con 582 hectáreas., uno de los productos más tradicionales del Camp d'Elx, ha perdido más un 41% de terreno desde 2004. En los últimos años los precios poco rentables o los continuos vaivenes con respecto a la almendra y las adversidades meteorológicas han hecho poco atractivo este producto frente a otros más competitivos.
La avena, la palmera datilera, el olivar para fabricar aceite, el limonero y las plantas ornamentales son otros de los principales cultivos, aunque van perdiendo superficie, según se señalan en el último informe disponible sobre la agricultura ilicitana.
