El puente de Altamira sirvió ayer de escenario para el disparo de una potente mascletà como ofrenda a las fiestas de la Venida de la Virgen. Los truenos y los silbidos llenaron de fuerza el espectáculo pirotécnico, con el que se puso el broche de oro a la festividad local en honor a la Patrona de Elche.