Medio siglo en la memoria de una ciudad que le recuerda por ser el descubridor de la Dama de Elche. Cincuenta años después de su muerte, dos incógnitas planean sobre las fechas exactas de su nacimiento y su necrológica.
Bien por azar o destino, Manuel Campello Esclapez tuvo la fortuna de estar en el lugar exacto donde se hallaba escondida la pieza más valiosa de la ciudad y también de todo el arte íbero aquel 4 de agosto de 1897. «Desde entonces, a mi bisabuelo lo conocían como el chiquillo de 14 años que descubrió la Dama», recuerda Gala Navarro, bisnieta de Campello.
Sin embargo, aquel adolescente que pasó a formar parte de toda una leyenda hasta nuestros días, quizás pudo ser algo más mayor de lo que se creyó en su momento. Y es que, tal y como refleja en la partida de nacimiento, donada esta misma semana por los familiares a la Cátedra Dama de Elche de la Universidad Miguel Hernández, Manuel Campello, nació en 1879, por lo que el día en el que fortuitamente dio con el busto íbero en La Alcudia tenía 18 años. No obstante, esa duda que gira en torno si Manuel Campello era un niño cuando se produjo el épico hallazgo o si era un hombre, no convence del todo a sus familiares.
«La familia siempre lo ha comentado en casa. Era el pan nuestro de cada día. No nos cuadraban las cuentas. Siempre nos hemos fiado de lo que contaba. El decía que tenía 14 años a sus hijos y sus nietos», rememora su bisnieta.
Por otra parte, una de las nietas del descubridor de la Dama e hija del único varón que tuvo, Margarita Campello afirmó que «siempre hemos creído en la edad que el nos contaba, pero igual no era tan niño o bien la partida de nacimiento no se registró cuando se debía. En aquella época pasaban cosas así».
Ahora, coincidiendo con la efemérides de su fallecimiento también hay otra fecha que baila en el pasado de aquel humilde labrador que como reconocen sus familiares encontró un regalo «caído del cielo». El documento de defunción entregado a la UMH, del que también fue nombrado Caballero de la Real Orden de Alfonso X El Sabio, consta que la verdadera fecha de su muerte fue el 17 de diciembre de 1965 y no el día 19 del mismo mes, tal y como reflejan muchas de las biografías que se han escrito a lo largo de la historia.
Pese a todo ello, más allá de la exactitud de las fechas, medio siglo después de que Manuel Campello falleciera su recuerdo sigue perdurando en el tiempo. Y para que su memoria permanezca viva, Ramona Irles Esteve, en nombre y representación de los familiares del descubridor, ha donado a la cátedra de la Dama de Elche de la UMH recortes de periódicos, placas de homenajes que ha recibido durante su vida, así como fotografías y diversos documentos.
«Él nunca podría haber imaginado que su recuerdo podría estar tan vivo. Vivió una auténtica película ya en su vejez, le llevaron a Madrid a ver la escultura...», comentó su nieta, Marga Campello.
Manuel, conocido por convertirse en un personaje histórico por azares del destino, protagonista de un auténtico hito para el pueblo ilicitano, falleció rodeado de los suyos poco después de volver a ver a su Dama regresar por primera vez a la tierra que le vio nacer.
