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El Hospital General lidera un protocolo pionero con donantes de órganos

El centro encabeza un programa en la Comunidad que se aplica con éxito en países anglosajones

Un paciente a la espera de recibir un transplante, en una imagen de archivo. PILAR CORTÉS

Elche lidera un protocolo pionero en España con donantes de órganos fallecidos por muerte cardiocirculatoria. El Hospital General es el encargado de encabezar el programa en la Comunidad Valenciana que permite ampliar las posibilidades de hacer transplantes a través de un nuevo modelo conocido también como donación, que es la principal fuente de órganos en los países anglosajones pero que en España aún no está del todo instaurado.

Por lo general, en los hospitales del país, las extracciones de tejidos se realiza tras la muerte cerebral o encefálica, según el coordinador de la Unidad de Transplantes, Vicente Arraez. Sin embargo, el protocolo que recientemente se ha puesto en marcha en el Hospital General se ciñe a las personas que fallecen por un paro cardíaco irreversible o por muerte a corazón parado. «En este caso, el corazón deja de latir, unos minutos después deja de bombearse sangre al cerebro y se interrumpe la respiración espontánea», especificó el doctor Arraez.

En esta línea, son menos los países que cuentan con programas de donación en asistolia. Estos donantes han sufrido un paro cardíaco, fuera del hospital o en el propio centro hospitalario, que se considera irreversible. «Es importante señalar que a estos pacientes no se los consideran muertos por haber perdido las funciones cerebrales, sino por considerarse que su paro circulatorio es irreversible aunque acto seguido perderán sus funciones cerebrales y de hecho habrá que esperar a ello para considerarse medicamente muertos», apuntó el coordinador de Transplantes del Hospital General de Elche.

De esta forma, los llamados «donantes en asistolia» o «con corazón parado» se diferencian de los donantes «con corazón latente» (en muerte cerebral) en que, al no mantenerse un latido espontáneo del corazón, la amenaza de isquemia es muy acuciante. Esto obliga a los profesionales a iniciar maniobras de preservación de los órganos tan pronto como sea posible.

Así las cosas, en lo que llevamos de año, Elche ya ha registrado cuatro extracciones de órganos tras muerte cardiocirculatoria, frente a los 26 casos por muerte encefálica. «El objetivo es tratar de ponernos al nivel del resto del mundo. Se trata de desarrollar oportunidades para poder salvar la vida a otra persona, gracias a la solidaridad de la gente que es capaz de trascender a su dolor y dar la oportunidad a otras personas», explicó Arraez.

Aunque el volumen de este tipo de donaciones todavía es muy bajo, esto se produce porque los potenciales donantes han de que cumplir unos criterios de selección muy estrictos. Así, el avance en el programa se hace de manera progresiva.

Para ello, el centro hospitalario ilicitano ha puesto en marcha una guía de comportamiento para implicar a todos los servicios y genera una cultura de donación de órganos por este tipo de vía.

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